martes, 30 de octubre de 2012

Madres Coraje

Decidieron dejar el miedo atrás, cruzar la frontera de su país para ir tras un sueño, que no es el americano, sino el del cariño. Ellas son “madres coraje”, ciudadanas centroamericanas que recorren nuestro país en busca de sus seres queridos.

Son mujeres que sumaron todas sus fuerzas en la “Caravana de Madres Centroamericanas de migrantes desaparecidos en su tránsito por México”, son voces que rompen el silencio de la indiferencia institucional y social.

Aquí están denunciando que este sexenio que concluye ha sido el más violento para la población migrante, que las acciones de las autoridades mexicanas lejos de ser humanitarias se han convertido en los aliados de los verdugos de las y los migrantes.

Las organizaciones que acompañan esta caravana estiman que por lo menos 70 mil migrantes centroamericanas han desaparecido en este sexenio.

Aseguran que las autoridades mexicanas son quienes secuestran, extorsionan y “enganchan” a las personas para las redes de trata.

Tienen 12 años haciendo esta caravana en nuestro país buscando a sus familiares. En estos años han encontrado 77 migrantes y en apenas 15 días en México ya localizaron a cinco.

Estas mujeres que se negaron a migrar, hoy lo hacen en busca de sus familiares, traen con ellas las pistas que puedan ayudar a localizarles, su fotografía, su oficio y el lugar de la última llamada.

Todas las personas migrantes desaparecidas eran trabajadoras que decidieron salir de Nicaragua, El Salvador, Honduras o Guatemala, en busca de trabajo, de una paga que les permitiera salir de la miseria en la que viven en sus países, igual que nuestros connacionales migrantes.

Sabían que había riesgo, pero era mejor correrlo que quedarse, dicen las “madres coraje”, pues no se veía futuro posible en su lugar de origen.

Estas “madres coraje” siguen los pasos de sus migrantes, sienten el miedo pese a venir en una misión de paz. Son 60 madres, que junto con otros familiares, partieron el 13 de octubre de Guatemala para recorrer más de 4 mil 600 kilómetros y 15 entidades federativas en México en 19 días, en busca de sus familiares.

Son mujeres que han aprendido a organizarse, a conocer los Derechos Humanos desde la teoría, mujeres con poca instrucción escolar que han superado los obstáculos de la pobreza, la falta de escolaridad, a los propios familiares que creen que esto de la caravana es una pérdida de tiempo; ellas han aprendido como realizar los trámites para sacar un pasaporte o una visa.

Son mujeres que también se transformaron en este andar, donde han reconocido su fuerza cuando se creían débiles; son mujeres guerreras que defienden su derecho al libre tránsito, al trato digno de la población migrante, son “madres coraje”.

Lucía Lagunes Huerta 
Twitter: @lagunes28 
*Directora general de CIMAC.

lunes, 29 de octubre de 2012

No, ni siquiera AMLO es de izquierda: una respuesta a Pedro Echeverría V.

Hace unos días, más en específico, el jueves 25 de octubre, en la página de Kaos en la Red, apartado América Latina, sección México, se publicó un artículo de opinión llamado "Ni el PRD ni sus gobernadores son de izquierda, ¿por qué decirles así si son otra cosa?", de Pedro Echeverría V.

Palabras más, palabras menos, el texto hace una crítica a los 4 gobernadores y al Jefe de Gobierno electo del DF, que fueron a reconocer a EPN como su presidente. Estos personajes son:
  1. Ángel Aguirre, de Guerrero, apoyado por el PRD/PT y convergencia, y operador de la Matanza de Aguas Blancas en 1996 y que en sus manos está la sangre de dos normalistas asesinados el 12 diciembre de 2011.
  2. Gabino Cué, de Oaxaca, apoyado por PAN/PRD/PT y Convergencia, y represor del pueblo triqui de Copala.
  3. Arturo Nuñez, de Tabasco, apoyado por PRD/PT/MC, y cómplice de la Matanza en Acteal, Chiapas, en diciembre de 1997.
  4. Graco Ramírez, de Morelos, apoyado por PRD, y recién estrenado represor de la resistencia en Huexca contra la Termoeléctrica.
  5. Miguel Ángel Mancera, DF, apoyado por PRD/PT/MC, y brazo policíaco de Marcelo Ebrard.
Todos, como bien lo dice el texto, tienen algo en común: son expriistas. Lo que no menciona el autor es que los cinco no sólo son perredistas (ese partido priista de color negro y amarillo), sino que fueron apoyados por el PAN, PT y MC (antes Convergencia). Ni tampoco que fueron apoyados por Andrés Manuel López Obrador.

Pedro Echeverría V., en un punto de su artículo, nos da una visión de lo que debe ser quien pretende estar en la izquierda: "Ser de izquierda es tener la convicción de luchar de manera permanente junto, por y para los trabajadores". En este caso, los únicos que pueden ser llamados de izquierda son López Obrador y Ricardo Monreal. No más, no menos.

Para el autor sólo hay deslindarse del PRI para ser llamado de izquierda. No importa que seas capitalista o quieras seguir haciéndole el juego al sistema. No. Simple y sencillamente tienes que borrar tu pasado y que nadie te recuerde lo que fuiste, las cosas que hiciste, la gente con la que te rodeas.

¿Ricardo Monreal, de izquierda? En 1998, unos días después de la matanza en Acteal, el expriista y hoy, declarado por Pedro Echeverría V., como alguien de izquierda, declaró: "El EZLN es un grupo paramilitar, al igual que aquellos que victimaron a los 45 indígenas tzotziles, en Chenalhó, Chis. Porque paramilitar es todo aquel que actúa como ejército sin serlo y se arma siendo civil. Todos tienen que desarmarse, porque todos han contribuido a esta violencia innecesaria, injusta y torpe que nos ha enlutado a todos los mexicanos". ("El Informador", Guadalajara, Jalisco. 3/I/98). Unos días antes de pasarse al PRD, porque en el PRI le negaron la candidatura al gobierno de Zacatecas, declaró que el asunto de la matanza de Acteal sí estaba planeado, "pero no por quien asegura el líder blanco de los indígenas de piel oscura", opina que la posición del EZLN respecto a la matanza trata de "allegarle una justificación adelantada a Marcos y a los intereses que protege", y termina advirtiendo que los zapatistas sirven a intereses extranjeros que buscan "obtener el dominio de la zona del Istmo de Tehuantepec, sus recursos y su ubicación estratégica, objetivo al que adecuadamente sirve Marcos y los ejércitos que disputan la bandera indígena". (Ciro Pérez y Andrea Becerril, La Jornada. 7/I/98)

No sabemos a Pedro Echeverría V., pero a nosotros se nos hace muy conocido. Sí, es el punto 28 del programa de AMLO en 2006: "Vincularemos el Pacífico con el Atlántico, en el Istmo de Tehuantepec, mediante la construcción de dos puertos comerciales: uno en Salina Cruz, Oaxaca, y el otro en Coatzacoalcos, Veracruz, así como ferrocarriles de carga de contenedores y la ampliación de la carretera existente".

Esta y otras linduras es para darle continuidad al modelo neoliberal que "la mejor" opción ("el menos peor", según los cretinos ilustrados), hubiera concretado con legitimidad (y hasta apoyo "crítico" de los intelectuales) para privatizar petróleos, la electricidad, los recursos naturales, vía la coinversión. Nada de izquierda, según nosotros, Muy de izquierda por deslindarse del PRI, según Pedro Echeverría V.

AMLO, protector del capital, pero de izquierda por deslindarse del PRI.

AMLO ofreció a los capitalistas tres cosas fundamentales:


  • El ascenso de un gobierno que no se apropiara de una parte tan grande del excedente social.
  • La capacidad de control social que sería la base y garantía de la inversión del capital. AMLO tendría el consenso de la población para la realización de obras que, no está de más decirlo, acabarían con ecosistemas y poblaciones indígenas.
  • La reconstrucción del poder estatal, lo que permitiría la reconformación de la clase política de modo que ya no pensara sólo en su interés personal, sino que fuera el instrumento para planes a largo plazo, siempre en los marcos del neoliberalismo.
A estas alturas sólo nos queda pensar que aún hay quien (y quienes, porque también hay organizaciones políticas de izquierda, organizaciones sociales e intelectuales), sigue creyendo que AMLO es de izquierda. Para nosotros no se acerca ni un tantito así.

La izquierda debe de ser anticapitalista y antisistema, es decir, la izquierda está en LOC y no le hace el juego a la burguesía yendo a votar cada tres o seis años. Sabe que hay otra opción: la autonomía.

Chimia

sábado, 27 de octubre de 2012

En defensa de El Nixticuil

Una caminata por el bosque nativo El Nixticuil, al norte de la zona metropolitana de Guadalajara, en Zapopan, Jalisco, permite apreciar el encino, el roble, el pino, el tepame y el huisache. Sobrevuelan aves en peligro de extinción y migraciones provenientes de Canadá. Es un pulmón verde, el más grande de la zona urbana, y a su alrededor se quieren montar 22 mil viviendas del proyecto Mirasierra que lo impactará directamente.

A pesar de que hace tres años la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) rechazó la construcción de un proyecto inmobiliario, por ser incompatible con El Nixticuil, la dependencia ya lo aprobó con la justificación de que no dañará zonas forestales, razón por la que más de 300 organizaciones ambientalistas, ciudadanas y académicas calificaron a la dependencia de "irresponsable y cómplice" de las inmobiliarias.

Un grupo de hombres, mujeres y niños acompañan un recorrido por el bosque de mil 850 hectáreas. Las mujeres van cortando flores de ornato silvestres, muestran las plantas medicinales y, orgullosas, caminan con sus niños bajo la sombra de los robles. Los vecinos originarios de El Nixticuil están organizados. Se han convertido en bomberos expertos, pues –acusan– "los terrenos han sido incendiados de manera intencional en los últimos ocho años, con el objetivo central de acabar con la vegetación y facilitar los cambios de uso de suelo, en clara violación a la Ley General de Desarrollo Forestal".

Desde la parte más alta de El Nixticuil se observa la devastación y el avance voraz de la urbanización. Sofía, del Comité Salva Bosque, explica que en 2005 "el ayuntamiento de Zapopan taló más de 400 árboles de roble, a raíz de lo cual empezó la organización de las familias vecinas al bosque". Adrián, por su parte, indica que han cuantificado siete proyectos distintos que amenazan el bosque, y todos "tienen relación con gente de la clase política; hemos identificado capital local, como la firma Tierra y Armonía, o empresarios como el dueño del equipo de futbol Atlas, quien ahora es representante del gobierno de nuestro municipio por el PRD".

El bosque, cuenta Adriana, otra de las integrantes del comité, es un espacio natural que provee de agua a varias comunidades rurales y urbanas, es casa de cientos de especies animales y vegetales y alimenta al río Blanco, que riega gran parte de las últimas zonas agrícolas de Zapopan, que hace mucho fue el primer productor de maíz del estado.

Hoy, como hace siete años, las familias siguen dispuestas a defender el territorio "sin gobiernos ni partidos, y de forma horizontal", pues así se constituyen.

Gloria Muñóz Ramírez 
www.desinformemonos.org

viernes, 26 de octubre de 2012

Presas: política y Estado etnocida

En el desarrollo de los trabajos del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), Capítulo México, se realizará el 5 y el 6 de noviembre, en Temacapulín, Jalisco, la preaudiencia denominada Presas, derechos de los pueblos e impunidad, dentro de la mesa general en torno a la devastación ambiental y derechos de los pueblos. Durante este acto, diversas organizaciones presentarán demandas, documentos, pruebas y testimonios contra el Estado mexicano por violación sistemática de derechos fundamentales, bajo esquemas de simulación jurídica e impunidad que se ha intensificado con los tratados de libre comercio que han beneficiado a grupos oligárquicos y corporaciones extranjeras.

Se tratarán casos en los que existe un proyecto en marcha, como las presas Paso de la Reina, Oaxaca; La Parota, Guerrero; Las Cruces, Nayarit, y El Naranjal, Veracruz; en construcción, como El Zapotillo, Jalisco; ya construidas, como las presas La Yesca y Arcediano, Jalisco; El Cajón, Nayarit, y Cerro de Oro, Oaxaca-Veracruz; además de los proyectos de minihidroeléctricas de Veracruz, Puebla y Chiapas, relacionados con concesiones mineras y ciudades rurales. El fallo del jurado se dará a conocer públicamente en Guadalajara el 8 de noviembre y al día siguiente se entregará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La construcción de presas en el mundo ha significado graves violaciones a los derechos humanos y a los derechos específicos de los pueblos originarios. En México son precisamente poblaciones indígenas las que han sido mayoritariamente afectadas: mazatecos, chinantecos, tzotziles, nahuas, zoques, huicholes, pames, otomíes, yaquis, entre otras etnias de la geografía mexicana, sin que las autoridades se hagan cargo de evaluar, prevenir y mucho menos identificar, indemnizar o reparar los daños de quienes han sufrido los embates sociales, ambientales, económicos, culturales, que han constituido en su conjunto una forma de etnocidio como política de Estado. Las consecuencias que trae el desplazamiento forzado de comunidades implican la pérdida de tierras, trabajo, viviendas, así como marginalización, inseguridad alimentaria, incremento de la mortalidad, pérdida de acceso a la propiedad y recursos comunes, desarticulación comunitaria, afectación sicosocial y pérdida de identidad étnica.

En México, las presas construidas durante las últimas décadas envejecen y se encuentran trabajando muy por encima de su capacidad, y aunque todos estos años se ha demostrado la ineficiencia, lo obsoleto, la inutilidad y los grandes impactos de las mismas, actualmente hay muchísimas obras proyectadas y en construcción, y en todos los casos el discurso de utilidad pública es utilizado por los organismos constructores oficiales para minimizar los conocidos costos sociales, ambientales y económicos. Esto sólo puede entenderse como consecuencia de una condición estructural de un tipo de Estado trasnacionalizado subalterno que, como el mexicano, se convierte en gestor, desarrollador, protector y garante de los intereses capitalistas global-locales, tanto en la construcción como en la operación de presas, que además se han ido privatizando.

De acuerdo con la Comisión Mundial de Represas, por lo menos 45 mil han sido construidas para satisfacer demandas de agua o energía. Hoy en día, casi la mitad de los ríos del mundo tiene al menos una gran represa. La mitad de estas grandes obras fueron construidas exclusiva o principalmente para la irrigación, y entre 30 y 40 por ciento de los 271 millones de hectáreas que se irrigan planetariamente dependen de represas que han fragmentado y transformado los ríos en el ámbito mundial, mientras que entre 40 y 80 millones de personas han sido desplazadas por su construcción.

En todas las regiones de México donde se promueven estos megaproyectos hidráulicos, se encuentra presente la resistencia de los pueblos, muchos de los cuales se han aglutinado en el Movimiento Mexicano de Afectados por Presas y en Defensa de los Ríos, que ha comenzado desde hace casi 10 años el recuento de agravios y la documentación de casos sobre la violación a sus derechos. Articulando a más de 60 organizaciones civiles y sociales, su objetivo es fortalecer un espacio de lucha y reflexión para defender los ríos, el agua, la tierra y sobre todo los pueblos, a través de la denuncia y planes de acción para evitar la construcción de presas en el país. Muchos pueblos afectados por estas obras de infraestructura se han organizado y ganado en las instancias legales para exigir al gobierno en algunos casos la cancelación de las obras y en otros una justa indemnización. En todos, se han topado con una cerrazón del Estado mexicano que busca a toda costa la imposición de las obras, sin respetar el derecho de los pueblos a la consulta y dejándolos en la indefensión total. Las organizaciones han constatado cómo se cierran los caminos del derecho para hacer valer sus demandas y enfrentan un creciente número de casos de criminalización, hostigamiento, represión, encarcelamiento y amenazas. Estamos frente a patrones de impunidad, desvío y abuso de poder, ya que las autoridades desacatan órdenes judiciales, no se hacen responsables de sus acciones ni del despilfarro de recursos públicos y daños sociales y ambientales que sus decisiones causan a las comunidades, sin ser al mismo tiempo una alternativa para la gestión de la energía y el agua.

La importancia del movimiento y de las redes que forman no sólo radica en la lucha que han llevado en casos concretos, sino en lo que significa haber puesto en el debate nacional las graves afectaciones que se generan por la construcción de presas, el tipo de modelo energético que el Estado promueve, el intento de privatización de agua y los impactos del cambio climático.

Gilberto López y Rivas.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La sombra del fracking

Plan de Monsanto para sembrar maíz transgénico en México

El 3 de septiembre, Eduardo Camacho publicó en El Universal una entrevista con el señor José Manuel Madero, director de Monsanto en México, efectuada recientemente en Boone, Iowa, en Estados Unidos.

El director de Monsanto-México describe los planes corporativos de la empresa para "salvar a México" de sus déficit de maíz y algodón y transformarlo en exportador neto, mediante su tecnología de transgénicos. Por razón de espacio, me referiré solamente al caso del maíz. Se argumenta que el plan Monsanto se apoya en los resultados de las fases experimental y piloto, ya cubiertos en los estados de Sinaloa, Sonora, Coahuila, y Tamaulipas. Los pilares del plan son: 1) la siembra de un millón de hectáreas de maíz transgénico a corto plazo en el norte del país, "donde no se siembra actualmente debido a las plagas y falta de agua"; esta nueva superficie se sumará a 2 millones de hectáreas en maíz ya tecnificadas con híbridos; 2) sembrar maíces transgénicos con resistencia a plagas del suelo y tolerantes a herbicidas, incorporando posteriormente el gen contra la sequía; 3) infraestructura a largo plazo para el manejo del agua de riego, así como infraestructura de transporte en preparación para la exportación de granos; 4) proteger los centros de origen del maíz, aunque no en todo el país, sino sólo aquellos "lugares" que fueran centros de origen y de diversidad.

El gobierno mexicano ha permitido que la información técnica de las fases experimental y piloto a que se refiere el director de Monsanto-México sea manejada como secreto corporativo. Los resultados experimentales y piloto no han sido expuestos al cotejo científico independiente, mientras el acceso a las parcelas experimentales y piloto fue ampliamente restringido en su momento. La comunidad científica independiente tampoco tuvo oportunidad de opinar sobre la suficiencia de resultados que justificaran el paso expreso de la fase experimental a la piloto y ahora a la comercial. La pregunta al gobierno mexicano sería si el manejo oculto de la información era necesario para los intereses de la nación o, ¿para quién lo era?

La oferta de maíz transgénico a que se refiere el director Monsanto-México se limita a las tierras de mayor calidad. Es cierto que en el norte hay un millón de hectáreas que no se siembran con maíz debido a la falta de agua (que no debido a plagas). En realidad hay mucho más (Coahuila, Nuevo León, Sonora, Sinaloa), pero son tierras de temporal limitativo donde sólo las razas nativas siguen dominando. Monsanto no tiene tecnología para esas tierras. En estos términos, el primer pilar de los planes de Monsanto es falso. En cuanto a los 2 millones de hectáreas ya tecnificadas, Sinaloa es un ejemplo para la parte de riego (480 mil hectáreas de 1.5 millones), donde ya se producen en promedio 12 toneladas de maíz por hectárea con híbridos de maíz no transgénico. Es muy poco probable que esos rendimientos fueran superables con el uso de maíz transgénico. La experiencia en Estados Unidos muestra que la promesa es falsa. Consúltese la liga www.biotech-info.net/Bt_corn_FF_final.pdf

El segundo pilar de los planes es el cambio a maíz transgénico resistente a plagas del suelo (promesa de que se reduce el uso de insecticidas) y adaptado al uso de herbicidas (el herbicida glifosato patentado por Monsanto sustituye a otros herbicidas). Hay evidencias cada vez más frecuentes de plazo mediano (10 a 15 años) en conflicto con estas aseveraciones. En Sudáfrica y en el estado de Iowa aparecieron ya poblaciones de plagas resistentes a las toxinas Bt; en Argentina y Estados Unidos han aparecido poblaciones de la mala hierba conocida como Zacate Johnson resistentes al glifosato. Véase la liga: www.ucsusa.org/food_and_agriculture/science_and_impacts/impacts_genetic_engineering/eight-ways-monsanto-fails.html

El gen contra la sequía es otra promesa de Monsanto que hasta ahora ha fallado, como se puede consultar en la siguiente liga referente a Estados Unidos www.ucsusa.org/assets/documents/food_and_agriculture/high-and-dry-report.pdf

El carácter tolerancia a la sequía es de herencia cuantitativa que involucra centenares de genes. Es poco probable que el transgén de Monsanto sustituya a todos aquéllos. La pregunta es ¿cómo se comportó el evento de maíz híbrido Drought Gaurd en la actual gran sequía de Estados Unidos? ¿Qué superficie se sembró con esta supuesta maravilla?

El plan Monsanto "no tiene vela en el entierro" sobre desarrollo de infraestrucura para riego, que es un plan de la nación. Finalmente, bien haría el director de Monsanto-México en enterarse sobre la conclusión de Conabio de que todo México es centro de origen y diversificación del maíz. www.biodiversidad.gob.mx/genes/proyectoMaices.html

El problema al que se enfrenta el gobierno mexicano es ponderar las promesas de Monsanto y los intereses de la nación. El gobierno sabe que Monsanto busca reproducir su capital en México, más que salvarlo de su déficit alimentario, mientras los riesgos que asume la nación son cuantiosos; que no hay camino de vuelta, ni hay garantía ni fiador ante un posible y probable incumplimiento de las promesas de Monsanto.

 Antonio Turrent Fernández. 
*Investigador nacional emérito, presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad

martes, 23 de octubre de 2012

No me preguntes, Pablo, cómo pasa el tiempo

Querido Pablo González Casanova:

Esta tarde del 23 de octubre en que El Colegio de México te hará presente su reconocimiento por tu vida y tus obras en la sociología, la docencia, la investigación y la incansable apertura de caminos, te estará reconociendo también la fidelidad de una vida en las ideas y en la conducta. Esta tarde el Colmex nos representa a todos.

Coincide este día con una fecha que algunos de nosotros, tú entre ellos, de seguro recordamos con más intensidad que muchas otras: se cumplen cincuenta años –¡medio siglo ya!– de la Crisis de Octubre, cuando la locura bélica del Pentágono y de su doctrina militar, combinada con la irresponsabilidad de la casta gobernante en la Unión Soviética, pusieron al mundo al borde mismo de la guerra nuclear y el cataclismo cósmico y al pueblo cubano de su desaparición de la faz de la tierra.

Dicen que la prudencia y la sabiduría de los gobernantes de ambas potencias de entonces, Estados Unidos y la Unión Soviética, evitaron la catástrofe. Dicen también que la dirección cubana, Fidel Castro y el Che Guevara, entre ellos, nunca debió haber aceptado jugarse el todo por el todo recibiendo en su territorio las armas nucleares.

No pretendo aquí discutir el tema, ahora que quién sabe cuántos estados, grandes y menos grandes, disponen de esas armas y pueden desencadenar el fin del mundo una noche de estas. Quiero recordar cómo reaccionó el pueblo cubano en esos días frescos y ardientes de su revolución, que desde Playa Girón vivía cada día bajo la amenaza del desembarco y la provocación permanente de un barco de guerra de Estados Unidos, cuya silueta podía verse a toda hora desde el malecón, vigilando las entradas y salidas del puerto de La Habana.

Un cronista de aquellos días, corresponsal en Cuba del periódico Marcha de Montevideo, lo registró para sus lectores uruguayos:

"A las armas". Un cartel rojo con un civil enarbolando una metralleta y sólo tres palabras en grandes letras blancas: "A las armas" apareció cubriendo todas las calles de La Habana el martes 23 de octubre de 1962. Desde las 18 horas del día anterior, Cuba estaba en pie de guerra. Kennedy había lanzado la amenaza de invasión y Fidel Castro había llamado a la movilización general. El cartel –un color, tres palabras y un gesto– sintetizaba la reacción inmediata del pueblo cubano.

Trescientos mil hombres y mujeres armados movilizó el gobierno en el ejército, las milicias, los centros de trabajo y de estudio, los barrios y las calles de las ciudades: el pueblo en armas. Hoy, Pablo, vuelvo a decir que esta reacción inmediata de la joven revolución amenazada le salvó la existencia y –quiero pensar hoy todavía– puso un alto a la política de desembarcos estadunidenses en América Latina, aunque las intervenciones nunca cesaran y las amenazas tampoco.

Los dirigentes soviéticos –los dirigentes de Rusia, si queremos actualizar el nombre de la gran potencia de entonces y de ahora– no entendieron esa reacción, ni entonces ni después. Se trataba para ellos de una confrontación global entre las grandes potencias nucleares, donde Estados Unidos adelantaba un peón: cohetes nucleares en Turquía, y Rusia (o la Unión Soviética, ahora que me acuerdo) respondía adelantando otro: cohetes nucleares en Cuba.

Se trataba en cambio para los cubanos de la supervivencia de su revolución, y eso hacía la diferencia; y de la preservación de la autonomía de sus decisiones en la confrontación entre las dos grandes potencias que disputaban entre sí por sus propios intereses, no por los de Cuba o de Turquía, países a quienes pensaban como peones intercambiables en un ajedrez nuclear donde sólo ellos movían las piezas. Fueron aquellos "los días luminosos y tristes" de la crisis de octubre, como los llamó el Che Guevara en su carta de despedida. 

Para encontrarles su sentido todo depende de hacia dónde el propio corazón ordena a la mirada dirigirse. Lo has sabido tú, Pablo, que por algo escogiste "El Proyecto Nacional: de los habitantes originarios a #YoSoy132" como título y tema de tu conferencia de este día.

Tan distintos como puedan ser quienes te los otorgan y sus legítimas razones, yo veo en tu vida un hilo tendido entre el reconocimiento que te dieron los comandantes zapatistas en enero de 2009 en San Cristóbal de Las Casas, y este que hoy te concede El Colegio de México.

Cincuenta años ya, Pablo González Casanova. No me preguntes cómo pasa el tiempo, nos dijo hace algún tiempo José Emilio.

Adolfo Gilly.

lunes, 22 de octubre de 2012

Dos razones opuestas

Los historiadores no se han puesto de acuerdo en cuándo fue que el destino del planeta pasó a manos de la humanidad y esta comenzó a darle en toda su madre meticulosa y mundial, globalmente decimos ahora. La interacción del mundo (suelos, mares, seres vivos) y los hombres ya era milenaria, y siempre intensa, útil para ambos, y al menos la Tierra no tenía por qué temer a los humanos, incapaces de destruirla. Como miles de otras especies, aquí nacían, cazaban, recolectaban, algo hacían y morían (y lentamente evolucionaban, como entendió Darwin apenas antier).

Por simple que suene, el debate clave que hoy tensa las relaciones humanas en su nivel más básico (ni religión, ni prejuicio étnico, ni diferencias partidarias) es entre dos racionalidades (las dos se reivindican racionales) que se volvieron irreconciliables. Por un lado están los que lograron poseer al mundo presente y sacarle provecho sin límite; la destrucción nunca es problema: la mano no les tiembla. Por el otro están las razones de quienes defienden la convivencia con la Tierra, y que a pesar de las poderosas herramientas para la transformación que ha desarrollado la humanidad, no renuncian a la duración del mundo en su conjunto, haciendo que lo local sea lo más universal ante la uniformidad global.

La racionalidad primera, patrimonio exclusivo del capitalismo, y de hecho su inventora, también infectó al socialismo aplicado en Europa del Este, el Asia soviética y China con desastres ambientales y demográficos que lograron competir con las destrucciones de la explotación capitalista, dejando páramos y hambrunas a su paso. El fin, el destino, la tarea del capitalismo, es extraer toda la riqueza que haya para… ser ricos. El progreso sirve para eso, primordial e inhumanamente. Tal es la ecuación redonda que tiene su símbolo supremo en el oro, esa estupidez.

A contrapelo de tal racionalidad, que adquirió ya el perfil de una dictadura planetaria (el dichoso uno por ciento), hay otra (tildada de tradicionalista, atávica, folclórica, retrógrada) que insiste, por las mejores razones, en detener la suicida apropiación/explotación/contaminación/perturbación molecular emprendida por los que sólo saben de vender y comprar, y tarde o temprano acaban por robar y matar. Las evidencias de que el planeta ya no aguantará mucho más son abrumadoras, pero ellos las ignoran y pagan por desaparecerlas, trivializarlas, desprestigiarlas, criminalizarlas. Monsanto, Chevron, Minera San Xavier, y un etcétera que da pánico, se dedican a negar lo evidente para seguir lucrando.

Es comprensible el sentido de urgencia de los hombres, y marcadamente las mujeres, que insisten en relacionarse con el mundo (la naturaleza, los otros, la atmósfera) en condición de iguales, no como monarcas sin freno. El globo se calienta, los océanos se enchapopotan y enmierdan, las selvas se ahogan en petróleo o se vuelven maleza, los desiertos y las montañas sirven de teatro para guerras y minería expansiva, el hambre progresa más que la gente, que sólo aumenta, y las ciudades-basura son su horizonte, mientras las plantitas, los animalitos y los mismos cerros se van esfumando.

Los laboratorios de la racionalidad primera capturan las creaturas que les laten como muy productivas y las cultivan en cautiverio para darles la dimensión industrial donde la ganancia se pone buena. De paso, imponen a la naturaleza un futuro artificial, menos predecible y controlable de lo que creen. Porque esa gente es fundamentalista, cree "tener una visión": enriquecerse.

Hay la angustia de que la razón de la Tierra no frene a tiempo la razón de la ganancia. Una porción mayoritaria de la población mundial no parece reaccionar, sigue los flujos determinados por el capitalismo global, capturada en las represas existenciales del consumo, el desempleo, la humillación, la manipulación, la miseria. Parias, esclavos o criminales. Y qué es un criminal pobre sino uno que quiere ser rico, tener. La confusión es la reina del consumo, y la mentira la clave de la publicidad masiva. Lo saben bien los poderosos. Todo es negocio: la pobreza, los desastres, las guerras, el hambre, la delincuencia.

La racionalidad de la Tierra pugna en no perder la posesión colectiva de las tierras, el agua, el espacio físico y espiritual donde las colectividades habitan y producen para sí y para los demás. Los campesinos, quienes se encuentran en la médula de esta racionalidad, aunque usted no lo crea son todavía quienes alimentan a la humanidad, y no Bimbo, Sabritas, Coca-Cola, ni todas las Cargill y United Fruit del mundo. Vamos, ni siquiera su hipócrita "economía verde".

Esta contraposición ha devenido carrera contra reloj. La primera racionalidad domina los jueces, la cancha y la narración de los hechos. La razón de la Tierra en cambio es fragmentaria, habla lenguas raras y tiene ideas medio exóticas de felicidad, bienestar y convivencia. Así de simple todo. Así de complicado.

Hermann Bellinghausen

sábado, 20 de octubre de 2012

En Morelia, vejaciones a mujeres

“En ese momento me informan que faltan compañeras… Una compañera y yo empezamos a buscarlas. Corrí, no medí las consecuencias, y cuando corría en el balcón, desde abajo, los policías comenzaron a dispararme muchas balas, eran bastantes policías disparando. Ya no pude resistir y me arrinconé. Cerca de cuatro federales me agarraron y empezaron a insultarme; primero, un policía me golpeó en las costillas y yo le dije, ¡aguante! Él me dijo, ‘aguante qué, puta, querías andar de valiente, pues ahora vas a ver lo que se siente, hija de la chingada, andas aquí de puta de éstos, ahora vas a ser mi puta’. Y entre otros cuatro, cuando iba pasando, me daban macanazos en las piernas, y yo lo único que decía era, ‘¡aguante, aguante, espere!’ Tenía mucho miedo de que me hicieran algo más.”

“Cuando iba bajando las escaleras, lo único que sentí fue que un policía me tocó, y yo manoteé y otra vez comenzaron a decir, viejas hijas de la chingada, querían andar aquí, ahora se aguantan, van a ver lo que les pasa por andar de putas…” (Testimonio de Erandi, estudiante entrevistada poco después de ser liberada en Morelia).

En Tiripetío, Cherán y Arteaga, Michoacán, miles de estudiantes vivieron un infierno el pasado 15 de octubre, día en el que la fuerza pública ingresó a sus planteles y detuvo a 179 de ellos, liberando hasta este momento a 170.

El testimonio de Erandi no puede quedarse en el olvido, pues revela que Atenco está vigente, y que no puede permitirse que se sigan cometiendo abusos de ninguna naturaleza.

Además de la violencia dirigida a las mujeres, en Michoacán, los estudiantes refieren golpizas (circulan cientos de imágenes que lo demuestran), tortura sicológica, amenazas y vejaciones dentro de la procuraduría local, todo lo cual pone en entredicho la legitimidad de un gobierno que violó las garantías y, en el caso de Cherán, violó también la autonomía de un pueblo que tiene su propio gobierno, elegido por usos y costumbres.

"Los policías federales ingresaron a Cherán aun conociendo que debe haber un respeto por nuestra autonomía", denuncia Salvador Campanur, comunero, para quien los hechos son "una provocación, pues saben que puede haber reacción".

En estos momentos, en Cherán hay "tensa calma". El poblado permanece vigilado por su guardia comunal, mientras se evalúan los siguientes pasos.

Por lo pronto, estudiantes, familiares, profesores y sindicalistas, quienes protagonizaron una de las marchas más grandes en la historia de Morelia, mantienen la exigencia de la liberación de nueve estudiantes que están siendo procesados.

Gloria Muñoz Ramírez 
Con información de www.desinformemonos.org

viernes, 19 de octubre de 2012

Indigenismo: ante el fracaso del Estado, los Acuerdos de San Andrés.

Ante la realidad dramática de los pueblos indígenas de México, pareciera que las palabras sobran. Casi 7 millones de personas mayores de 5 años hablan una lengua indígena. En la etapa que va de 2008 a 2010, los indígenas pobres aumentaron de 75.9 a 79.3. En 2010, 5.4 millones de indios se encontraban en pobreza; 2.7 en pobreza extrema y 2.7 en pobreza moderada.

Con base en estimaciones del Coneval y en la Encuesta de Ingreso Gasto 2008 y 2010, la pobreza se ubicaba en un promedio nacional de 44.5 por ciento en 2008 y de 46.2 por ciento en 2010, mientras que en la población indígena, ésta casi se duplicaba. En 2008, 75.9 de los indígenas era pobre y en 2010 este rubro ascendía a 79.3 por ciento. Es decir, ocho de cada 10 indígenas estaban en condiciones de pobreza.

De acuerdo con el Coneval, 52 por ciento de la población nacional vive con un ingreso por debajo de la línea de bienestar general, mientras que en la población indígena este rubro asciende hasta 80.3 por ciento. De igual manera, el 19.4 por ciento de la población mexicana tiene un ingreso por debajo de la línea de bienestar mínimo, en las poblaciones indígenas este indicador es del 52%. Esto revela la realidad contrastante entre los promedios nacionales y la situación dramática que viven las comunidades indígenas.

En cada uno de los indicadores del Coneval, las carencias nacionales y las que padece la población indígena, son abismales.

En materia de rezago educativo, la media nacional es de 20.6 por ciento y en los indígenas es de 48.6 por ciento, en carencia de servicios de salud, el país tiene un déficit del 31.8 por ciento y con los indígenas esto asciende a 37.2 por ciento; en el caso de carencias por seguridad social, en el país es de 60.7 por ciento y con los indígenas de 83.5 por ciento; en cuanto a las carencias de calidad de espacios en la vivienda, el porcentaje nacional se ubica en 15.2 por ciento y en las comunidades indígenas en 42 por ciento; sobre la carencia de servicios básicos en la vivienda, el promedio nacional asciende a 16.5 por ciento y con los indígenas a 50.6 por ciento; y en cuanto a la carencia de alimentación, el promedio nacional es de 14.9 por ciento, mientras en las zonas indígenas registra un 40.5 por ciento.

Junto a estas cifras, los pueblos indígenas tienen otro tipo de desventajas, entre ellas una gran vulnerabilidad por desigualdades culturales, sus economías son, en el mejor de los casos, dispersas; tienen una insuficiente capacidad de negociación y sus intercambios comerciales son, en la mayoría de los casos, desiguales. La gestión de sus asuntos es, por lo general, débil en lo jurídico, lo político y lo social, debido a deficiencias en la representatividad de su condición étnica, y a la de sus propias organizaciones ante las instituciones republicanas.

Ante ello, habría que preguntarnos por qué si los indígenas tienen todas las características para ser catalogados como sujetos prioritarios del desarrollo social y han contado con apoyos gubernamentales, se mantiene un rezago insultante.

Algunas de las respuestas que habría que anotar ante este cuestionamiento, podrían ser las siguientes:

1. Con los pueblos indígenas, no fracasó una política pública; fracasó el liderazgo del Estado. 2. La opresión y la marginación se impusieron sobre las obligaciones del Estado, orientando los recursos destinado a este sector, a otros asuntos, reduciendo los impactos del gasto social destinado a los indígenas. 3. El desarrollo social hacia los indígenas ha sido paliativo, porque carece de una visión socio-política, vinculada a cambios estructurales. 4. La inversión social, no se ha ocupado de lograr efectos estratégicos, orientados a cambiar factores estructurales, que provocan el rezago social de los indígenas. 5. El Estado perdió el liderazgo social en la materia, porque no ejerció una política de Estado, para garantizar los derechos indígenas, ni abordo estructuralmente su rezago.

Ante ello cuatro orientaciones estratégicas prioritarias, pudieran constituir el inicio de una reformulación estratégica del Estado:

1. La base del nuevo desarrollo social para los indígenas, deberá ser el compromiso de garantizar plenamente sus derechos constitucionales.

2. El nuevo desarrollo social deberá tener como propósito modificar las condiciones estructurales que han frenado el bienestar de los indígenas.

3. El gobierno deberá respetar e impulsar la construcción de un proyecto social indígena, surgido endógena y autónomamente.

4. Pero sobre todo, el gobierno deberá proponer el proceso de cumplimiento a los Acuerdos de San Andrés Larráinzar y construir una salida justa y digna al conflicto, entre el Estado mexicano y el EZLN. Estos acuerdos fueron construidos al amparo y con el respaldo de todas las instituciones del Estado mexicano. El incumplimiento por parte del gobierno federal no sólo es injustificable, sino además las cifras aquí mostradas expresan el fracaso de quienes creyeron que con discurso, demagogia y descalificaciones podían modificar una realidad que reclama compromiso, acción, voluntad política y respeto a los pueblos originarios de México y sus ancestrales demandas.

Jaime Martínez Veloz

jueves, 18 de octubre de 2012

Michoacán: Cátedra de resistencia

Imbécil el sistema que denigra a sus maestros porque se contradicen. Hemos escuchado, hasta el cansancio, que la educación es la base de la superación. Curioso que las voces oficiales, ajenos actores a la realidad de las escuelas públicas, hablen del tema como si en verdad lo conocieran. Estudiar en una escuela privada no garantiza una mejor educación, los campesinos poseen una sabiduría de la tierra que muchos citadinos desconocemos, están formados en la predicción del tiempo, de las estaciones y no necesitan un documento que los avale.

Frente a una crisis estructural del sistema educativo encontramos diferentes expresiones del mismo caos: una rectora imposibilitada para ocultar la hipocresía de querer tecnificar los estudios humanistas en la UACM. Un movimiento estudiantil en el Poli que busca respuestas a demandas justas y, últimamente, el caso de los normalistas en Michoacán. Mismos rostros del mismo abuso, de la propaganda oficial que busca denostar la verdadera búsqueda por mejorar la educación. Con el nombre que se guste colocarles, Fausto Vallejo, Esther Orozco o Córdova Villalobos, encarnan la intolerancia hacia la disidencia, son demiurgos expertos en convertir reclamos válidos de la sociedad en puros rezongos vandálicos.

Lo acontecido en Michoacán (desalojo, detenidos, golpeados) es una cátedra de resistencia. No quieren asumir las clases de inglés porque saben bien que implica la sumisión de nuestro propio idioma. Ojalá se esmeraran las autoridades en instaurar un conocimiento de nuestra propia lengua en lugar de buscar introducirnos al mundo del mercado colonial para ser sirvientes (incluso lingüísticos) de nuestros explotadores. Podrán refutar esta idea al mostrarme los libros de textos de la SEP en idiomas originarios, puedo responder que ese proyecto es una basura y lo saben los hablantes de lenguas indígenas, solamente basta conocer un poco de la cultura mixteca para saber que existen, al menos, 3 variantes distintas del mixteco, por tanto el libro de la SEP es obsoleto para la mayoría de las comunidades.

La otra exigencia principal, la rotunda negativa a las evaluaciones de competencia, es fundamental. ¿Quieren que compitan? Esos juegos de violencia no construyen procesos de paz, competir para ganar, cuando el único triunfo lo obtendrá quien se mueva mejor dentro de corruptelas y apadrinamientos, es motivar a la nulidad del esfuerzo propio. Compiten los atletas, no los académicos y quien considere los espacios del conocimiento como plataformas de superación no es algo malo, lo terrible viene cuando el éxito es aplastar a otros.

El clamor de los normalistas es encomiable, por tanto, no puedo aprobar las violentas acciones ejercidas en su contra. Son incongruentes los discursos de conciliación con los actos de opresión, espero que la solución sea un diálogo inteligente. Tanto barbarismo pareciese ser el reflejo más inexacto de la alta educación que las autoridades presumen tener. Los educados en estos tiempos son los que luchan por mejorar el turbio panorama.

J. Fernando García Arellano

lunes, 15 de octubre de 2012

Despojo y resistencia

Cuando Paulina llegó a Oaxaca, hace 15 años, causó un desastre inmenso. No sólo arrasó con casas y bienes: hasta el suelo desapareció. Por ahí apareció Ernesto Zedillo y sintetizó en una frase una vieja obsesión de los de arriba: "Es una lástima que la naturaleza haya realizado lo que debimos hacer nosotros hace mucho tiempo".

Aunque Zedillo sólo refrendaba la manía de concentrar a la población rural para darles servicios, es interesante observar cómo se identificó con la fuerza destructiva del huracán. Para los pueblos, la acción pública o privada que busca reubicarlos tiene todo el aspecto de un huracán devastador.

Una de las formas más agresivas de hacerlo se ha manifestado recientemente en Chiapas. La dispersión característica de la población se utiliza como justificación del empeño. Según el gobierno de Chiapas, su proyecto de ciudades rurales sustentables busca remediar la dispersión actual, pues la inmensa mayoría de las poblaciones del estado tiene menos de 2 mil 500 habitantes; 14 mil 346 tienen menos de 100 y 12 mil 561 menos de 50.

Hace apenas un mes el gobernador Sabines defendió su modelo al conmemorar el tercer aniversario de la fundación de Nuevo Juan de Grijalva, la primera ciudad del proyecto. Como en el caso de Paulina, el punto de partida fue un desastre natural: una de las mayores inundaciones en la historia de Chiapas, que ocurrió hace cinco años. El gobierno decidió completar la obra destructiva de la naturaleza.

Se han publicado numerosas críticas del empeño y se han recogido innumerables testimonios adversos. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que en un principio brindó apoyo abierto a la propuesta, lo ha retirado ya. Han dejado de funcionar proyectos productivos que darían empleo a los campesinos desplazados, muchos de los cuales exploran ya cómo recuperar sus tierras. A dos meses de que termine la gestión de Sabines el proyecto se encuentra abiertamente en entredicho.

No se trata solamente de uno más de los desastres que el ex perredista Sabines deja tras de sí. La operación se enmarca en un contexto más amplio. La forma más simple de plantearlo en nuestro país es señalar que el gobierno federal ha vendido buena parte del territorio mexicano, sobre todo mediante concesiones a 50 años para la explotación minera. Al concertar estas operaciones, el gobierno se impuso la obligación de realizar el despojo: limpiar de habitantes los territorios concesionados. Se apegó a una vieja tradición: el llamado clearing of estates (limpieza de fincas), que según Marx consistía "en barrer de ellas a todos los hombres", para realizar la acumulación originaria "con el más despiadado vandalismo y bajo el acicate de las pasiones más infames, más sucias, más mezquinas y más odiosas".

Estamos en eso de nuevo. La historia entera del capitalismo se caracteriza por el despojo, por la desposesión, pero no es capricho de David Harvey hablar ahora de "acumulación por desposesión", porque conviene destacar ciertos rasgos de lo que ocurre actualmente, en lo que unos consideran restructuración del capital para lanzar una nueva fase de expansión y otros examinan como gestos desesperados en la fase terminal de ese régimen de producción.

Como siempre, los dueños del capital intentan trasladar los costos de la crisis a los trabajadores y acuden a todo género de artimañas para salvarse del desastre que la acompaña. Como siempre, tratan de aumentar la explotación en la relación salarial, devaluando la fuerza de trabajo y facilitando su explotación, para lo cual se ven forzados a acudir a reformas legales que desmantelen conquistas de los trabajadores. Como siempre, realizan nuevas incursiones en "territorios vírgenes" de los que hasta ahora no se habían ocupado. Todo esto, que se adapta a las condiciones de cada país y a diversas correlaciones de fuerzas, se percibe a menudo como un retroceso, como si fuera indispensable regresar a etapas superadas de la historia.

Pero no es un paso atrás, aunque se retomen formas y prácticas que parecían olvidadas. Es un signo de los tiempos, que muestra tanta intensidad como la de las resistencias que provoca en todas partes. A medida que aumenta la locura agresiva del capital, se intensifican las resistencias. El empeño actual se ocupa de tejerlas, para buscar caminos comunes. Esa es la intención, por cierto, del encuentro "Europa/México: ¡No pasarán! Experiencias de luchas en contra de los megaproyectos y en defensa del territorio", que ha convocado para el próximo 25 de octubre el Cideci/Unitierra Chiapas. Es un pasito nada más, se dice en la convocatoria al encuentro en que participan seis grupos de dos continentes. Pero es un pasito que se multiplica, se hace cada vez más vigoroso y constituye una fuente de esperanza.

Gustavo Esteva.

viernes, 12 de octubre de 2012

El concepto de bandolerismo social en Eric Hobsbawm

Eric Hobsbawm, el conocido historiador marxista muerto recientemente, deja en su prolífica producción bibliográfica una herencia intelectual trascendente para el pensamiento crítico contemporáneo. De este monumental legado sobresalen, desde el sesgo antropológico de quien esto escribe, dos libros en los que explora el concepto de bandolerismo social: Rebeldes primitivos, estudio sobre las formas arcaicas de los movimientos sociales en los siglos XIX y XX (1959), donde dedica un capitulo al tema, y Bandidos (1969), donde lo desarrolla plenamente. Estas son sus obras de historia social consideradas clásicas, fuera del ámbito de la historia económica, en la que trabajó más asiduamente en su longeva y fecunda vida.

La interpretación de Hobsbawm sobre el bandolerismo social rompe con la tradición historiográfica que considera como mero delincuente, "un fuera de la ley", a todo participante en las luchas armadas contra el poder establecido, situando en un primer plano, en el campo de la investigación histórica, a movimientos sociales que los prejuicios ideológicos y sociales habían relegado al anonimato de los archivos policiacos, las páginas sensacionalistas de los periódicos, leyendas, relatos y cantos populares. Es por eso que la crítica de Hobsbawm de que "bandoleros y salteadores de caminos preocupan a la policía, pero también debieran preocupar al historiador", es completamente justa.

Este autor conceptualiza el bandolerismo social como una de las formas más primitivas de protesta social organizada y sitúa este fenómeno casi universalmente en condiciones rurales, cuando el oprimido no ha alcanzado conciencia política, ni adquirido métodos más eficaces de agitación social. Esta forma de protesta social surge especialmente, y se torna endémica y epidémica, durante periodos de tensión y desquiciamiento, en épocas de estrecheces anormales "como hambres y guerras, después de ellos, o en el momento en que los colmillos del dinámico mundo moderno se hincan en las comunidades estáticas para destruirlas y transformarlas". El bandolerismo social se presenta como una forma pre-política de resistir a los ricos, a los opresores extranjeros, a las fuerzas que de una u otra forma destruyen el orden considerado "tradicional", en condiciones extraordinariamente violentas, provocando cambios notables en un espacio de tiempo relativamente corto. El bandolero social representa un rechazo individual a nuevas fuerzas sociales que imponen un poder cuya autoridad no es del todo reconocida o sancionada por la comunidad, que ayuda y protege al bandolero. La existencia de esta cooperación por parte de una población oprimida es fundamental para diferenciarlo del simple delincuente. Y es que al enfrentarse contra los opresores –aunque sea por medios delictivos– el pueblo oprimido ve expresados sus anhelos íntimos de rebeldía. Por ello, toma el papel o es trasformado en el vengador o defensor del pueblo. Estos "símbolos" de la rebeldía popular son hombres que generalmente “se rehúsan a jugar el papel sumiso que la sociedad impone… los orgullosos, los recalcitrantes, los rebeldes individuales… los que al enfrentarse a una injusticia o a una forma de persecución, rechazan ser sometidos dócilmente.” Sin embargo, como toda rebelión individual, tiene sus límites. Es una protesta recatada y nada revolucionaria. Protesta contra los excesos de la opresión y la pobreza, no contra su existencia misma. El bandolero social no se plantea con sus acciones la trasformación del mundo, no es un revolucionario, sino que intenta, en el mejor de los casos, poner un coto o revertir la violencia de los dominadores. Su papel no es acabar con el sistema que da origen a la opresión y explotación contra las que se enfrenta, sino más bien hacer que queden limitadas dentro de los valores tradicionales que la población que lo protege considera justos. Por lo tanto, por su acción e ideología, el bandolero social es un reformista: actúa dentro del marco institucional impuesto por un sistema cuya existencia no es puesta en tela de juicio. Por ello, afirma Hobsbawm, para convertirse en defensores eficaces de su pueblo, los bandoleros tendrían que dejar de serlo.

Me correspondió aplicar el concepto de bandolerismo social al estudiar la resistencia de los mexicanos a la conquista estadunidense de los territorios arrebatados a México en 1848 y lo encontré de gran utilidad para explicar especialmente el periodo que en California da lugar a la creación literaria sobre bases reales del personaje conocido como Joaquín Murieta, que reúne todos los rasgos del arquetipo de bandolero social. Tiburcio Vásquez, quien fue ajusticiado por los estadunidenses en 1875, vivió por más de 20 años robando al gringo y repartiendo una parte del producto de sus andanzas entre los californianos, contando con el apoyo y la admiración de esta población. Si Joaquín Murieta y Tiburcio Vásquez alcanzaron gran celebridad gracias a la literatura y hasta el cinematógrafo (trastocados en el diluido personaje de El Zorro, que no lucha contra los yanquis), numerosos mexicanos siguieron anónimamente sus pasos durante el periodo que va de 1850 a 1880, aproximadamente. En Nuevo México y Texas tenemos en esas mismas fechas bandoleros sociales del tipo de los vengadores, como Sóstenes L’Archevêque, de madre mexicana, quien ante la muerte de su padre a manos de los estadunidenses inicia una sangrienta vendetta que según Carey McWilliams lo llevo a contar 23 marcas de gringos en su escopeta: dos marcas más que las encontradas en la escopeta de Billy The Kid.

Con sus estudios sobre el bandolerismo y otras formas de resistencia arcaica, Eric Hobsbawm ilumina la historia olvida del mundo de los insumisos, que no porque su camino fuese un callejón sin salida hemos de negarle el anhelo de libertad y de justicia que les impulsaba.

Gilberto López y Rivas

La amenaza haitiana

Como de costumbre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas repite que mantendrá la ocupación militar de Haití porque debe actuar en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión.

¿A quién amenaza Haití? ¿A quién agrede?

¿Por qué Haití sigue siendo un país ocupado? ¿Un país condenado a vigilancia perpetua? ¿Obligando a seguir expiando el pecado de su libertad, que humilló a Napoleón Bonaparte y ofendió a toda Europa? 

¿Será por aquello que los esclavistas brasileños llamaban haitianismo en el siglo diecinueve? ¿El peligroso contagio de sus costumbres de dignidad y su vocación de libertad? ¿El primer país que se liberó de la esclavitud en el mundo, el primer país libre, de veras libre, en las Américas, sigue siendo una amenaza?

¿O será porque ésa es la normalidad impuesta por un mundo devoto de la religión de las armas, que destina la mitad de sus recursos al exterminio del prójimo, llamando gastos militares a los gastos criminales?

Las Naciones Unidas gastan 676 millones de dólares en la ocupación militar de Haití. Una millonada para sostener a diez mil soldados, que no tienen más mérito que haber infectado al país con el cólera que mató a miles de haitianos y seguir practicando impunemente violaciones y maltratos a mujeres y niños.

¿No sería mejor destinar ese dineral a la educación? Más de la mitad de los niños haitianos no van a la escuela. ¿Por qué? Porque no pueden pagarla. Casi toda la educación primaria es privada, y el Banco Mundial veta los subsidios a la educación pública y gratuita.

¿O no se podría destinar esa fortuna a casas habitables para las más de trescientas mil víctimas del terremoto, que siguen viviendo en carpas provisorias? ¿Provisorias por siempre jamás?

¿O consagrar esos fondos multinacionales a mejorar la salud pública, que todavía depende de la milagrosa solidaridad entre los vecinos de cada barrio y cada pueblo? Afortunadamente, esas tradiciones comunitarias de ayuda mutua siguen generando la misma energía creadora que ilumina las prodigiosas esculturas y pinturas de los artistas haitianos, capaces de convertir la basura en hermosura, pero mucho podrían mejorar si se destinaran a fines civiles los derroches miltiares.

Este artículo está dedicado a Jorge Marchini

Eduardo Galeano

jueves, 11 de octubre de 2012

Kissinger y las telarañas

Tan implacablemente como la fuerza aplasta, 
Así implacablemente embriaga a 
Quien la posee o cree poseerla. 
Simone Weil 

Por estos años luego de varias décadas hemos presenciado por fin sentencias condenatorias de variada penalidad a reconocidos violadores de los derechos humanos como gobernantes y subalternos, durante los tristes años de imperio absoluto en América Latina de la Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) de inspiración pentagonal, y su inmutable séquito de muerte y crueldades.

Han desfilado por estrados judiciales argentinos personajes inefables y siniestros como Jorge Videla, Alfredo Astiz, Jorge‘Tigre” Acosta, Adolfo Donda, Julio Cesar Coronel, Ricardo Cavallo, etc., etc. Se han proferido 262 condenas al año 2011, y unos 802 represores han sido procesados hasta la misma fecha [1]. Los más recientes condenados lo fueron el 23 de septiembre pasado por parte de un tribunal de Bahía Blanca.

En Chile, Manuel Contreras es el más emblemático de los condenados por desapariciones asesinatos y torturas, sin embargo, allí sólo 76 represores han sido condenados por sus crímenes, unos 67 están encarcelados [2], mientras que unas 1.268 causas se han abierto contra miembros de los cuerpos armados de la particularmente violenta dictadura de Augusto Pinochet [3]. En Uruguay Juan María Bordaberry (fallecido), Jorge ‘Pajarito’ Silveira, Ernesto Ramas, Gilberto Vásquez Bisio, Luís Maurente, José Ricardo Arab, (también como ejecutores del denominado Plan Cóndor) entre otros, han sido penados; se han iniciado después de casi cuatro décadas juicios criminales contra miembros de la dictadura a instancias del actual presidente uruguayo José Mújica [4].

De una u otra manera militares y civiles perpetradores de delitos de lesa humanidad han tenido que rendir cuentas ante la justicia, lo cual era algo impensable por aquel entonces cuando los cometieron. Claro, mucho está aún por hacerse en este campo, y otros tantos todavía deben ser puestos en los mismos lugares de los anteriores si hemos de tener fe en la justicia. La impunidad requisito indispensable de la ‘guerra sucia’ ha sido de alguna forma menguada.

No obstante, quien como persona física desde lo más alto del poder imperial fue un determinante excluyente en América Latina de todas aquellas atrocidades, instigador y planificador de las mismas, y más aún, en Asia fue cerebro de bombardeos a pueblos inermes, participe colaborador en invasiones y genocidios, estando por sus particulares condiciones políticas por fuera de la comparecencia judicial por estos execrables hechos ante los tribunales competentes; nos referidos a Henry Alfred Kissinger, Asesor de Seguridad Nacional y Secretario de Estado de los EE.UU. bajo el gobierno del oprobioso Richard M. Nixon, y nuevamente Secretario de Estado bajo la administración de Gerald Ford en un periodo que va de 1969 a 1977.

A este hombre de insensibilidad absoluta le debemos frases como: “En Vietnam nos derrotamos a nosotros mismos debido a nuestras divisiones internas. Hay una campaña comunista internacional” [5].

Ni una mención a los millones de vietnamitas, camboyanos y laosianos muertos y heridos, junto con la base material de sus sociedades destruida, y tampoco a las centenas de miles fallecidos y lesionados estadounidenses sacrificados en esta guerra no declarada.

Aplicando los preceptos formulados por la acusación y aceptadas por los jueces en el Tribunal de Núremberg en el cual obró destacadamente Estados Unidos, el prontuario concreto de Kissinger con base en documentos procedentes de archivos oficiales del gobierno de Washington, no es menos que el siguiente:

-Deliberada matanza de civiles en Indochina (1969-1975).

-Convivencia con matanzas y más tarde asesinato en Bangladesh. (1971)

- Soborno y plan para asesinar a un alto funcionario (René Schneider 1970) de un país democrático (Chile) con el cual EE.UU. no estaba en guerra.

-Participación personal en un plan para asesinar el jefe de estado de una nación democrática (Arzobispo Makarios Chipre 1974).

-Instigar y facilitar el genocidio en Timor Oriental (1975-1977).

-Participación personal en un plan de secuestro y asesinato de un periodista residente en Washington (Orlando Letelier.1976).

Adicionalmente tiene implicaciones en la muerte de kurdos iraquíes (1974-1975), desestabilización en Angola por parte del régimen racista de Suráfrica y subsecuente guerra (1975-77), respaldo al gobierno de Reza Pahlevi en Irán y su represión(1969-1977), relación directa con el plan de asesinatos en América Latina llamado ‘Cóndor’(1973-1977) [6].

Todos los caminos de la muerte, la destrucción y el abuso cruel conducen a Kissinger y sus definiciones, estrategias, sugerencias, instrucciones, órdenes, etc., las cuales ocasionaron el horror vivido en la región latinoamericana y otros lugares del mundo durante los años sesenta y setenta, así como mucho debe ser respondido por su parte en lo que tiene que ver con la muerte y destrucción de pueblos enteros en todo el sureste asiático; como la historia lo ha evidenciado, allí Kissinger fue particularmente despiadado.

Cuando el gobierno al cual pertenece y evidentemente es personaje influyente, es expulsado de Vietnam su siguiente paso es colaborar como Secretario de Estado en el genocidio perpetrado por militares indonesios en la invasión de Timor Oriental de diciembre de 1975, ante lo cual arguye que no podían permitir los EE.UU. otra derrota como la que acababan de sufrir. Vinculándosele a tales crímenes por documentos oficiales desclasificados, en defensa de este genocidio timorense su inteligencia y curioso sentido democrático le llevan a negarlos vociferantemente: “los hechos son esencialmente como los he descrito”, dando un golpe en el podio donde se dirige a un auditorio [7].

A manera de manifiesto autoexculpatorio sus ‘Memorias’ son un farragoso catálogo de cinismo, prepotencia, crueldad, desprecio y fanfarronería; por desgracia para él la verdad pudo ser establecida cuando fueron reveladas las grabaciones de sus conversaciones con el jefe Nixon donde instigaba a este a bombardear indefectiblemente a civiles:

“Nixon: Desde luego, pero recuerda que (Lyndon B.) Johnson los bombardeó (a los Vietnamitas del Norte) durante años y esto no sirvió. Kissinger: Pero Sr. Presidente, Johnson nunca tuvo una estrategia; él estaba lejos de presionarlos. Entraba con 50 aviones; 20 aviones; le apuesto que podemos tener más aviones allí en un día de los que Johnson tuvo en un mes. Nixon: ¿De verdad? Kissinger: Sí” [8].

Luego de sembrar la muerte con bombardeos e invasiones frecuentemente ilegales bajo la propia legislación estadounidense en el caso de Camboya, junto con programas de exterminio y tortura, quien aconsejaba y empujaba a cometer estas conductas describía a unas de sus víctimas, los vietnamitas, como fanáticos por luchar contra los japoneses, franceses y gringos por su independencia [9]. En sus ‘Memorias’ relata un curioso viaje a Hanói la capital de Vietnam del Norte en 1973, donde se colma de cinismo repugnante cuando describe la destrucción de la ciudad y alrededores, por parte de “nuestros B-52”; impasiblemente describe el paisaje ocasionado directamente por sus órdenes: “parecía un paisaje lunar” [10]. No hay ni el menor atisbo de arrepentimiento en el autor de este libraco de más de mil páginas.

Particularmente los ataques aéreos de EE.UU. a Vietnam del Norte de 1969 y 1970 con miles víctimas fueron una respuesta a incursiones militares norvietnamitas en el sur que causaban la muerte de unos 400 militares invasores por semana [11]; los de diciembre de 1972 destruyendo hasta hospitales, tenían como fin de presionar al gobierno de Hanói en las conversaciones de paz que se estaban desarrollando. Parte de los resultados exterminadores de aquellos ataques era el panorama desolador descrito en su viaje. Es evidente como ante un comportamiento eminentemente bélico Kissinger aconseja a Nixon la matanza de civiles o como displicentemente destruye vidas en aplicación de su cálculo político, algo visto en el comportamiento criminal de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, por lo cual sus jerarcas fueron juzgados en Núremberg y algunos sometidos a pena capital.

Inmediatamente nos debe venir a la mente que a este personaje le fue entregado el Premio Nobel de la Paz en 1973 por los acuerdos de paz firmados en París en aquel año con Vietnam del Norte. Algo como si una persona de manera física atormenta cotidianamente a otro ser humano y cuando deja de hacerlo por su propio interés, se le exalta como persona compasiva por cesar en el tormento.

Es de tal dimensión el impudor de este hombre, que habla como si los oprobios causados a todo un continente por su propia obra no existieran:

“Planeábamos un nuevo acercamiento con América Latina y pensábamos esgrimirlo como nuevo punto de partida para un nuevo modelo de relaciones de cooperación entre naciones industriales y las naciones en desarrollo” [12].

Las relaciones en realidad son especialmente amistosas con más abyectos gobernantes de subcontinente. El respaldo a la Junta Militar Argentina de 1976 fue clamoroso; hablando con el canciller de la dictadura en octubre de ese año otorgó reveladores consejos-ordenes:

— Kissinger: Mire, nuestra actitud básica es que queremos que ustedes tengan éxito. Yo tengo un punto de vista pasado de moda que es apoyar a los amigos. Lo que no se entiende en los EE.UU. es que ustedes están en una guerra civil. Nosotros leemos sobre los problemas con los derechos humanos, pero no vemos el contexto. Cuando más rápido ustedes tengan éxito, mejor . El problema de los derechos humanos está creciendo (en EE.UU.). Su embajador puede informarlo. Queremos una situación estable. No queremos causarles dificultades innecesarias. Si ustedes pueden terminar (la represión) antes de que el Congreso reanude sus sesiones, mejor. Todas las libertades que restituyan ayudaría” [13] (Subrayado fuera de texto) 

En Chile tampoco escatimó esfuerzos para respaldar y ‘simpatizar’ con las acciones del tirano bajo su protección, al cual le expresó:

“En los Estados Unidos, como usted sabe, tenemos simpatía por lo que ustedes están tratando de hacer aquí. Yo pienso que el gobierno anterior iba en la dirección del comunismo. Nosotros le deseamos lo mejor a su gobierno” [14] .

Allí la intervención gringa venía desde los años sesenta y es intensificada gracias a las acciones de Henry Alfred, manifestándose ello en el asesinato del general René Schneider, como lo han demostrado documentos de la época ya desclasificados [15], así como en la campaña de guerra encubierta contra el gobierno del Presidente Allende hasta su derrocamiento y muerte, la de miles de chilenos y muchos más torturados, a lo cual se agregó el respaldo posterior al gobierno de facto.

Cuando Kissinger se esfuerza por emplear una jerga justificatoria de sus aviesos propósitos, sus ensimismadas concepciones alabadas por la derecha gringa, más que en pragmatismo político devienen en crueldad descarada y oscuras diatribas desatinadas y simplistas:

“Cuando la libertad degenera en anarquía, la personalidad humana queda librada al capricho de fuerzas arbitrarias como lo demuestran las aberraciones del terrorismo en las sociedades más humanitarias” [16] . 

¿Habla de sus aberrantes decisiones que de acuerdo al derecho internacional constituirían terrorismo a gran escala? ¿De qué clase de anarquía habla, la del capital, la de los mercados a los cuales sirve?

En sus escritos, la muerte y destrucción causada por el gobierno de los Estados Unidos del cual forma parte como cabeza pensante, tomando decisiones en una época particularmente sangrienta (1969-1977), no existen; aparecen en la forma de resultados de costos indeseables, contingencias superables, obstáculos salvables, consecuencias de imperiosas necesidades, pujas de poderes ideológicos, orgullos nacionales, costos políticos, etc.

Lo peor de todo es que este inmigrante con una vida de afanosa búsqueda de aceptación de parte de la élite gringa, aún posee injerencia dentro de las políticas imperialistas de Washington, las cuales no se derogan sino se van aplicando capa sobre capa acumulándose con directrices y decisiones posteriores; desafortunadamente para millones de personas de una u otra manera Kissinger extiende su poder exicial todavía por estos tiempos en variadas regiones del planeta.

Evidencia de ello el documento de Kissinger Memorándum del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. NSSM 200 de diciembre de 1974, elaborado en ejercicio de su cargo como Secretario de Estado de Ford, con su pesado lenguaje neopositivista establece unos planes específicos de abusivo y atroz control de la natalidad sobre poblaciones que habitan sobre recursos minerales codiciados por EE.UU. que pueden ser estimadas hacia un futuro como demasiado numerosas por lo cual pueden ejercer una presión obstaculizadora del flujo de esta riqueza hacia el norte [17]. Entre otras diez naciones Brasil, México y Colombia representan un problema demográfico de acuerdo a Kissinger; estas dos últimas se encuentran en la actualidad copadas militarmente por el gobierno de la Casa Blanca y el saldo desfavorable en vidas humanas es ostensible para sus pueblos.

Los recursos naturales poseídos por estos países estimados como demasiado poblados y su escases en estos tiempos de crisis ha acelerado el interés por apropiarse de los mismos. La respuesta de acuerdo a estos postulados son programas de esterilización forzada o bajo engaños en poblaciones vecinas a estos recursos, patrocinadas por agencias como la nefasta USAID, así como los desplazamientos forzados de poblaciones incómodas en conflictos de baja intensidad. El Memorándum NSSM 200 mimetizadamente se encuentra vigente.

En el sumun del cinismo y equivaliendo a un sarcasmo Kissinger declara ante auditorios domésticos de su país adoptivo, que los EE.UU. son demasiado idealistas para basar su política en el interés nacional [18]. Sin comentarios.

La ilimitada cooperación con el fraude colectivo de este hombre acostumbrado a la falacia, la minimización o la exageración trapacera, también se encuentra dentro de sus facetas como cogobernante en su total apoyo a la farsa planeada por el gobierno del perverso Richard Nixon respecto al propagandístico viaje a la luna del Apolo XI en julio de 1969, mencionándola con categórico desprecio por la honestidad [19]. En este aspecto del desdén de Kissinger por la gente, incluso la que nominalmente representaba, adquiere cimas de desfachatez inalcanzables para personajes aún vivos.

Los mismos estadounidenses reconocen en Kissinger a un ser indigno de confianza alguna, como se demostró cuando ese otro candidato a los estrados judiciales, George W. Bush (2000-2008), le nombra en la Comisión sobre el esclarecimiento de los ataques del 11-S de 2001, y las familias de las víctimas le rechazan argumentando sobradamente que es un hombre pérfido dado a toda clase de tretas en favor de la Casa Blanca, como bien lo saben los pueblos afectados [20].

Este hombre que se hace llamar ‘Doctor Kissinger’ algo inusual para alguien en Estados Unidos sin ser médico, de ostentosa e ilimitada vanidad, que se paseaba con generales golpistas en estadios de fútbol, asesora gobiernos dictatoriales, es remunerado con cifras astronómicas por sus previsibles autoexculpaciones en conferencias, es más criminal que todos los que podemos ver en las páginas de la crónica roja en la región latinoamericana en varios años. No obstante, es absolutamente remoto que sea juzgado y menos condenado por su cadena de graves delitos.

Aún así autoridades judiciales de Francia, Chile, España y Argentina le han requerido para interrogatorio sobre su autoría mediata en desapariciones y torturas dentro del tenebroso ‘Plan Cóndor’ e incluso la desaparición de un estadounidense en Chile [21]; documentos de su propia autoría le comprometen en los crímenes [22]. En París en 2001 una citación judicial le hizo salir mal humorado y a toda prisa de un hotel; es demasiado poco para un delincuente que empequeñecería a varios condenados en Núremberg, empero es al menos una tentativa de inicio de la aplicación de justicia a un exfuncionario de un gobierno que amenaza con el empleo de su colosal fuerza a los restantes del planeta, no faltando .reproches y rechazos directos por sus delitos de guerra en su propio país [23].

El agudo escritor estadounidense Gore Vidal, recientemente fallecido, le colocaba hace poco más de una década en las justas proporciones:

“Si le llevan a juicio, Pinochet va a cantar. Y si lo hace, desde luego espero que arresten y juzguen a Henry Kissinger por lo que hizo a Chile y a Camboya. En mi opinión, Kissinger es el mayor criminal de guerra en libertad sobre la faz de la tierra. Si arrestaran a Kissinger, en Estados Unidos correría el pánico, porque el Gobierno norteamericano está profundamente incriminado en Nicaragua y Guatemala, y en Irán en la época del Mossadeq. Nos hemos dedicado a ello sin parar desde 1953, a derrocar Gobiernos y asesinar a líderes. Antes que eso vino 1898 en Filipinas. Y no cuento el genocidio de los indios. Todo esto será examinado si Pinochet señala a Kissinger” [24] .

Pinochet sufrió al final solo un confinamiento lujoso por un poco más de un año en Londres, empero alguna angustia sufrió, salvado al final por el gobierno británico. Kissinger no se vio entonces delatado por su subalterno, y al final por estas vicisitudes y por su avanzada edad no abandona los EE.UU., que viene a ser, como consuelo, un gigantesco confinamiento.

En materia de justicia por ostensibles violaciones a los derechos humanos aún existe un largo recorrido por llegar al umbral de una efectividad al margen de las relaciones de poder entre estados, así existan tribunales como la Corte Penal Internacional y jurisdicción universalizada; las naciones pobres deben sufrir los desafueros de las poderosas sin esperanza de hacer valer derechos consagrados en normas nacionales y tratados multinacionales, de su parte los ricos con su poder militar fabrican completa impunidad para los suyos y sus fieles y cercanos servidores.

Pero esa misma injusticia por vía de las armas envileciendo a quienes la imponen, tarde o temprano aparecerá como fuente de destrucción de gobernantes pretendidamente por encima de tribunales y cortes, pues la justicia es la substancia misma de la existencia de las sociedades. El pueblo estadounidense deberá luchar por hacer efectivos principios de justicia y equidad en su propio suelo lo cual no puede producirse sin un cambio social, antes de la extensión de más oprobios de los ya impuestos en su propio suelo, con lo que a su vez ayudará a sus hermanos habitantes de otros continentes.

Si se desea avanzar en procura de una mejor convivencia en las sociedades y entre las mismas ha de superarse aquella expresión de Anacarsis (Diógenes Laercio. Vida de los Filósofos Más Ilustres: Solón): "Las leyes, son como las telarañas; pues éstas enredan lo leve y de poca fuerza, pero lo mayor las rompe y se escapa".

Notas: 

[1] Ya fueron condenados 262 represores de la dictadura. Los Andes. Octubre 27 2011. http://www.losandes.com.ar/notas/2011/10/27/fueron-condenados-represores-dictadura-602738.asp
[2] Muy pocos ex represores chilenos cumplen penas, alerta ONU. El País. Agosto 23 2012. http://www.elpaisonline.com/index.php?option=com_content&view=article&id=60445:muy-pocos-ex-represores-chilenos-cumplen-penas-alerta-onu&catid=6:opinion&Itemid=7
[3] En Chile hay aún 1.268 juicios en trámite por crímenes de la dictadura. Vanguardia Marzo 1 de 2012. http://www.vanguardia.com.mx/enchilehayaun1268juiciosentramiteporcrimenesdeladictadura-1229502.html [4] Mujica reactivará 88 juicios contra la dictadura uruguaya. Ana Delicado. Julio 1 de 2011.Público. http://www.publico.es/internacional/384794/mujica-reactivara-88-juicios-contra-la-dictadura-uruguaya
[5] Pinochet rendía examen ante su mentor. Secreto Nodis Departamento de Estado Desclasificado Memorándum de Conversación. Objeto: Relaciones Chilenas – U.S., junio 8 de 1976. Santiago de Chile. http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/statepino.html
[6] Christopher Hitchens. Juicio a Kissinger. Editorial Anagrama S.A. Barcelona 2002. Pag.11 a 13 y 103. [7] Hitchens. Pag.126
[8] The Kissinger Telephone Conversation Transcripts. Document 2: “ We Can Bomb the Bejesus Out of Them” .http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB263/19720415-1130-Nixon.pdf
[9] Memorias. Editorial Atlántida S.A. Buenos Aires. 1982. Pag.29
[10] Memorias. Pag.29, 30
[11] Diplomacia. Fondo de Cultura Económica. México 1994. Pag.687.
[12] Memorias. Pag.15
[13] Kissinger to Argentines on Dirty War: "The Quicker You Succeed The Better". The National Security Archive. Documento 6. http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB104/index.htm Transcripción al español Clarín. Kissinger aconsejó a la dictadura apurar la represión ilegal en 1976. e946f919-02d2-41f5-9ef5-57c8820b738e Y2:e946f919-02d2-41f5-9ef5-57c8820b738e http://old.clarin.com/diario/2003/12/04/p-01001.htm
[14] Secreto Nodis Departamento de Estado Desclasificado Memorándum de Conversación. http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/statepino.html
[15] Miles de documentos confirman que EEUU apoyó el golpe de Pinochet en 1973. El Mundo.es. noviembre 17 de 2012. http://www.elmundo.es/america/2010/11/18/noticias/1290035186.html
[16] Henry Kissinger: Afirmaciones Públicas. Emecé Editores. Buenos Aires 1981. Pág. 81
[17] National Security Study Memorandum. NSSM 200. Implications of Worldwide Population Growth For U.S. Security and Overseas Interests. (THE KISSINGER REPORT). December 10, 1974.
[18] Diplomacia. Pag. 687.
[19] William Karel. Opération Lune. (El Lado Oscuro de la Luna). Arte France Point du Jour 2002. Minuto 22.33, especialmente 23.06 a 34.40; también ver 30.05, 37.05, 38,18, 43.10. http://www.youtube.com/watch?v=b9lw6bqiWGs
[20] 9/11: Press for Truth. Roy Nowosielski. Standard Issue Films. Banded Artist Productions. http://topdocumentaryfilms.com/911-press-for-truth/ Minuto 16.40 a 17.50 aprox.
[21] El periodista Charles Horman, sobre el cual el director Costa Gavras realizó la película ‘Desaparecido’ (Missing en inglés) http://www.elcorreo.eu.org/Kissinger-Siracusa-y-el-Plan?lang=fr
[22] http://www.elcorreo.eu.org/Kissinger-Siracusa-y-el-Plan?lang=fr
[23] War Criminal Henry Kissinger confronted don Bilderberg and Mass Murder. http://www.youtube.com/watch?v=W4xgfaBTlt4
[24] Mijail Skafidas. Los Grandes Autores Saben Que Nada Tiene Sentido. Gore Vidal Escritor. El País. Abril 13 de 1999. http://elpais.com/diario/1999/04/13/cultura/923954401_850215.html

Alberto Rojas Andrade

martes, 9 de octubre de 2012

¿La nueva república transgénica?

“Estamos a punto de no poder volver atrás”, afirma Catherine Marielle Meyer, coordinadora del programa Sistemas Alimentarios Sustentables (SAS), del Grupo de Estudios Ambientales. Para la investigadora, “si se otorgan los permisos de cultivo comercial de maíz transgénico, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y recursos naturales (SEMARNAT) habrán fallado en su obligación de proteger la vida en México”.

Los transgénicos son organismos genéticamente modificados o transformados, en los cuales se han insertado genes de otras especies –que pueden ser bacterias, transgenes o ambos– que los hacen resistentes a la aplicación de agrotóxicos. Estos organismos son señalados por muchos expertos, debido a la contaminación irreversible que implican para muchas plantas convencionales, y por ser responsables de daños sanitarios y ambientales.

De los cincos permisos solicitados a la SAGARPA y a la SEMARNAT para la siembra de semillas transgénicas, dos son de la trasnacional Monsanto, y abarcan una superficie total de un millón 400 hectáreas en el estado de Sinaloa, y tres son de la empresa PHI México, filial de Pioneer, que abarca más de un millón de hectáreas en el estado de Tamaulipas.

Hasta la fecha, 171 permisos de experimentación y pilotos han sido otorgados para preparar la llegada del cultivo comercial de los transgénicos, lo que bastó, de acuerdo con la científica del Grupo de Estudios Ambientales, asociación que lucha desde 1977 para la preservación del medio ambiente, para impactar el ecosistema mexicano: “Ya tenemos muchas milpas y campos de híbridos convencionales contaminados. 

“Tanto la soya como el maíz transgénicos involucran una afectación ambiental: si vamos a sembrar una planta resistente al gifosato (herbicida comercializado como Roundup), se podrán aplicar enormes cantidades de agrotóxico que contaminarán toda la vida el suelo y los cuerpos de agua, además de la salud de los trabajadores y de la gente de los campos”.

Aunque las empresas y científicos a su favor los presentan como un avance y un posible remedio al crecimiento de la población global, han sido criticados desde su aparición por sus impactos negativos en términos de salud. Un estudio del doctor Gilles-Éric Séralini, realizado en la universidad de Caen, Francia,destacó los desarrollos anormales de tumores en una población de ratas alimentadas con el maíz NK 603, variedad de maíz transgénico que está en espera de aprobación en las comisiones de la SAGARPA.

Para la coordinadora del programa de Sistemas Alimentarios Sustentables, la polémica causada por la publicación del estudio del doctor Séralini destaca la falta de estudios independientes: “Lo que en México debemos de hacer es emprender estudios adaptados para el caso propio del país”.

En México, centro de origen del maíz que cuenta con más de 70 razas y miles de variedades, el riesgo ambiental del cultivo de transgénicos es la contaminación de los cultivos originarios. Catherine Marielle explica que “progresivamente se irá contaminando el maíz, tanto por la polinización libre que hace el polen que es transportado por el viento o por insectos, como por el intercambio libre de semillas que es una práctica tradicional milenaria en México. Es un proceso irreversible.

“Tenemos una altísima responsabilidad en preservar este patrimonio; se trata de un geoplasma muy diverso, adaptado a través de milenios de trabajo de los pueblos indígenas y campesinos de México”.

La preservación del patrimonio biológico y cultural que representa el maíz en México es el propósito de la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, movimiento que une más de 300 organizaciones de diversos horizontes en defensa del maíz. El sábado 29 de septiembre realizaron una marcha creativa en el centro de la Ciudad de México, en el marco del día nacional del maíz.

Los activistas señalaron que “sólo la unión de los habitantes del campo y la ciudad logrará que el maíz, alimento básico, corazón y sustento de México, sobreviva a las trasnacionales que, como Monsanto, buscan apropiarse de su gran riqueza, aportada al mundo por nuestros antepasados”.

El modelo económico de las empresas agroalimentarias que desarrollan los transgénicos descansa sobre la privatización de los bienes comunes, que son las plantas e implicará una dependencia de los campesinos. 

Marielle explica que lo que está en juego es la soberanía alimentaria “porque las corporaciones patentan las secuencias genéticas que insertaron en sus semillas. Implica que las empresas transgénicas puedan ir a perseguir a los agricultores cuyos campos fueron contaminados por no haber firmado y cobrado un convenio o un trato con ellas, como está sucediendo en Estados Unidos y en Cánada donde hay una policia transgénica”.

Es importante destacar que un agricultor que compra sus semillas a una de estas empresas no tiene derecho a usar sus propias semillas, sino que está oligado a comparlas de nuevo.

Sin que sean conocidas las consecuencias de su consumo, y contrario a lo que recomienda el principio de precaución, los organismos geneticámente modificados ya están presentes en la alimentación de los mexicanos a través del maíz importado de otros países. Diez millones de toneladas son importadas cada año de Estados Unidos, cuya producción proviene en un 80 por ciento de cultivos transgénicos, y dos millones de toneladas de Africa del sur. No existe ninguna obligación de mencionar el origen transgénico en la etiqueta de los alimentos.

En Argentina, descrita por Catherine Marielle como la “república de la soya transgénica” por sus 14 millones de hectáreas cultivadas, el doctor Andrés Carazco de la universidad de Buenos Aires ha demostrado el terrible impacto glifosato, un herbicida que acompaña la soya transgénica y que ha incrementado en todas las zonas de siembra los casos de cáncer.

Concluye la científica del Grupo de Estudios Ambientales: “A nivel mundial hay una gran batalla, tanto por parte de los países y de las organizaciones que luchan contra los transgénicos como por parte de los países que aceptaron los lineamientos de las corporaciones transnacionales agrobiotecnológicas lideradas por Monsanto. Luchan por el control del mercado de las semillas porque el que domina el mercado de las semillas controla una parte vital de la cadena agroalimentaria”.

Arthur Lorot

lunes, 8 de octubre de 2012

Amnesia (a la memoria de Hobsbawm)

Como saben siempre los hombres que detentan el poder, la memoria es una de las cosas más difíciles de destruir. Borrarla solía requerir gran sufrimiento por tiempo prolongado. La modernidad desarrolló formas más inocuas de inducir olvido, por vías parenterales, que se parecen al adormecimiento, el aturdimiento y el miedo. No hace falta ser químico para intuir que la memoria es un principio activo que desata reacciones por lo regular indeseables para el poder, pues obran en su contra y lo desnudan.

En algunas lenguas romances, no la nuestra, recordar (acordarse) y despertar son sinónimos. Teniendo en cuenta que nostalgia (y mejor saudade) designan no la memoria, sino los sentimientos que lugares, personas y laberintos despiertan en el memorioso, en el México de hoy, si parafraseáramos los populares versos de Gabriel Celaya, la memoria sería un arma cargada de futuro. Un evento que nos pone a prueba para lo que sigue.

Pocos naufragios más atroces de la memoria hubo en el mundo que el de las civilizaciones americanas precolombinas. Por ejemplo la maya, en cuyo nombre hoy se urden tantas tonterías new age. A pesar de que sobreviven millones de descendientes de aquellos maestros de la humanidad que evolucionaron en las selvas mesoamericanas, el hiato entre ellos y nosotros apenas empieza a repararse. Memorias, las que fueran, alimentaron a los mayas en sus ciclos, y del clásico (colapsado hacia el siglo IX) a la llegada de los españoles, hubo un trazo, un registro oral y escrito de la historia y el mito. Hicieron falta la brutalidad de la soldadesca, los autos de fe de la ferocidad evangelizadora y la esclavitud embozada que mantuvieron colonos e independientes, para destruir algo más que sus códices y códigos y dejar a los arqueólogos del siglo XX su interpretación en piedra, como si de tablillas sumerias se tratara. Pero esos pueblos, los que lo hicieron, están aquí. Y de una manera científicamente inexplicable, nuevamente recuerdan, recuperan, persisten. ¿Una excepción en la modernidad? Tal vez. Sobre todo porque confrontan un tiempo real tan, tan dilatado. El quinto centenario fue un campanazo indígena en el continente.

Tampoco se olvida el 2 de octubre, y necesitamos aplicarnos para que así siga siendo, pues los que lo causaron son los mismos que siguen "gobernando". Sin memoria somos nada. Son los mismos que destrozaron el artículo 27 constitucional hace 30 años y acaban de rematar el 123. Adiós Revolución como venía, oh, en aquellos libros de Texto Gratuito, continuación a escala nacional de la historia popular y sus motivos de orgullo. No fue pues gratuito el respingo inmediato del alzamiento zapatista en 1994. Los derechos agrarios y de los pueblos no serían olvidados. Ni traicionados. No por ellos. Como pronto se vio, no venían solos. Pueblos originarios de todo el país demostraron que se acordaban. Y despertaron.

¿Estará la clase obrera –esa que antes iba al Paraíso proletario– a la altura de la memoria que necesita para pervivir, como los indígenas lo hicieron de modo que la puñalada salinista contra las reivindicaciones de Emiliano Zapata no resultara letal ni mucho menos? Indígenas y campesinos de México se han encargado de no olvidar que la tierra es de quien la trabaja, y sinónimo de libertad. Los sindicalistas (y los por sindicalizar) ¿harán lo propio? ¿O los devorará la amnesia de la modernidad? La guerra de los nuevos zapatistas es, explícitamente, contra el olvido. Pero son tantas las cosas que los mexicanos necesitamos recordar, oxigenar, desentrañar debajo de los escombros.

Hoy "memoria" también alude lo externo: discos duros, dispositivos y aplicaciones que, en buena medida, liberan espacio en la memoria humana, la cual puede transferir datos y efemérides, descargarlos, para conservar la capacidad de captación y almacenamiento. Bien podría usarse este maravilloso "espacio libre" para "almacenar" lo que verdaderamente importa. Pero aquí es donde la puerca tuerce el rabo.

Si una industria entre las mil que han prosperado con el capitalismo ha deveras prosperado es la de la amnesia. O de la memoria vacía, alimentada de entretenimiento, trivialidad, consumismo pavloviano; la del espejismo justamente llamado "virtual", la hiperconexión instantánea, la presunta omnipresencia que deriva en mera ausencia mientras los vencedores se apoderan de la Historia que es nuestra.

El espacio disponible en nuestra aturdida memoria es invadido por brutales dosis de información hueca pero viral, que es a la memoria lo que las papas fritas industriales a las papas de tierra (en francés llamadas, bellamente, "manzanas de tierra"): aire, sal y celofán. Nada. La memoria requiere espacio libre y disponible, y para ocuparlo así en la Tierra como en la mente se necesita estar despierto y sin miedo de recordar. Tener viva la memoria no significa que ya ganamos, pero sí que no hemos perdido.

Hermann Bellinghausen