sábado, 17 de julio de 2010

La familia Bush: una curiosa historia que no se debe olvidar.

EL ABUELO

Prescott Sheldon Bush estudiaba en Yale University, New Haven, Connecticut, allá por los años de la Primera Guerra Mundial y pertenecía a una fraternidad estudiantil llamada “Skull and BonesSociety” (Sociedad del Esqueleto y los Huesos) cuya ceremonia de iniciación era un reflejo leal del violento y corrupto imperio: los estudiantes se reunían en un sótano, no siempre de la universidad, el novato se acostaba desnudo en un ataúd, se cubría con huesos humanos que habían sido sacados de las tumbas profanadas de New Haven y, mientras se masturbaba delante de todos, contaba en alta voz sus experiencias sexuales. Este culto al sexo y la muerte se vería más generalizado unos años después en muchos otros lugares, sobre todo en AbúGhraib, adonde el sadismo y la obscenidad llegaron a límites que no se han visto jamás.

En 1917, Prescott y otros estudiantes de Yale profanaron la tumba de Gerónimo, el héroe Apache, y se robaron sus huesos, que utilizarían, también, en sus novatadas de féretro, aplausos y esperma.

A fines de los años 30, Prescott dirigió la Union Banking Corporation, que ayudó a financiar la tiranía de Adolfo Hitler. Al entrar este país en la guerra, el gobierno confiscó el banco por comerciar con el enemigo (“Trading with the Enemy Act”, 1942). Otras de sus empresas posteriores se beneficiaron con los productos que creaban los prisioneros en los campos de concentración nazis.

Después de la guerra, Prescott mantuvo sus negocios con los que aún seguían siendo nazis, a través de Fritz Thyssen, hasta 1952, en que, quizás como un premio a sus hazañas, fue electo senador federal por Connecticut.

EL PADRE

Hay muchos libros serios escritos sobre George Herbert Walker Bush, que perteneció a la misma fraternidad macabra y realizó las propias novatadas en Yale, que lo señalan como el gran padrino de la droga a nivel mundial desde que, como superoperativo de la CIA, llegó a Beirut, en 1956, para controlar el tráfico de hashish y heroína que llegaba al Líbano desde el Oriente y, después, alcanzaba Europa y Estados Unidos.

Su trayectoria en este sentido incluye su participación secreta en la creación, en los años 70, del mayor centro productor de heroína del mundo, en Chiang Mai, Tailandia; en la formación original de “La Mafia Cruceña”, en Bolivia, que llegó a ser el mayor productor de pasta de coca del mundo (el famoso “Cocaine Coup”, dirigido por el coronel Luis Arce Gómez, en julio de 1980, fue perpetrado en complicidad con este Bush, única vez en la historia que se ha dado un golpe de Estado para aumentar la producción de cocaína); en la creación de “La Compañía”, en Antioquia, Colombia, con la familia Ochoa, que llegó a ser el mayor productor de clorhidrato de cocaína del mundo; en el escándalo Irán-Contra, en que se traicionó al supuesto aliado, Irak, para venderle armas a su enemigo, Irán, en los momentos en que cientos de miles de seres humanos morían, de ambos bandos, en aquella guerra de los años 80.

El desenlace de aquel escándalo fue la participación de los contra nicaragüenses para introducir en Estados Unidos, desde Colombia, veintisiete toneladas de cocaína pura –con un valor en la calle, o streetvalue, de cientos de millones de dólares--a través de una finca en Costa Rica, propiedad de un estadounidense que era operativo de la CIA, próxima a la frontera nicaragüense. De allí se traía la droga a dos aeropuertos, uno en Fort Lauderdale, Florida, y otro en Mena, Arkansas. Se cree, además, que Bill Clinton, gobernador entonces de Arkansas, fue cómplice de Bush, entonces vicepresidente, en esta operación, y que utlizó para ello a su medio hermano Roger Clinton y a su cuñado Tony Rodham, hermano de la hoy Canciller y portavoz del terrorismo nuclear, Hillary Rodham Clinton.

Al Viejo Bush, como se le conoce hoy, se le señala, además, como el enlace entre Allen Dulles, Richard Helms y David Attle Phillips con Howard Hunt en el asesinato deKennedy. Hunt fue el hombre que vino a Miami y formó el grupo que, según se cree, conspiró para matar a Kennedy: Macho Barker, Frank Sturgis --Frank Fiorini--, Yito del Valle, Herminio Díaz, Eugenio Rolando Martínez y otros. Se cree que Díaz y Martínez fueron los que le dispararon a Kennedy desde el “grassy knoll”, la pequeña loma que se hallaba cerca de la limosina presidencial, en el centro de Dallas, cubierta de altos arbustos (Nota: hace unos días, dos años después de ser publicado este artículo, aparecieron nuevas evidencias que vinculan al Viejo Bush en el asesinato de Kennedy)

Los mayores crímenes del Viejo Bush no fueron, sin embargo, los mencionados, sino la invasión a Panamá, en diciembre del 89, y la agresión a Iraq (Guerra del Golfo), trece meses después. En el primero, cientos de personas pobres, entre ellas decenas de niños pequeños, fueron asesinadas, de madrugada, en sus propios hogares, en el Corregimiento Chorrillo, cercano al centro de mando del general Noriega. En el segundo, el imperio asesinó a más de 125,000 cien mil iraquíes y kuwaitíes, sólo porque el gobierno de Saddam Hussein tuvo el justo valor de recuperar Kuwait, una parte integral de Mesopotamia desde hace nueve mil años, que los imperialistas británicos, maestros del imperio yanqui, le arrancaron, a fines del siglo 18, cuando era dos zurreinatos del Imperio Otomano, en complicidad con los tatarabuelos de los actuales emires kuwaitíes. Cabe señalar que la diferencia de todo tipo que pueda haber entre un kuwaití y un iraquí es similar a la que hay entre un pinareño y un habanero o un cordobés y un sevillano, suponiendo que, en este último caso, ambos sean del mismo origen íbero o el mismo árabe

¿Por qué la CIA controla el negocio de la droga? Pues, sencillamente, por dinero –enormes cantidades de dinero— y para controlar mentalmente a millones de ciudadanos que, inmersos en el alucinante mundo de la droga, no se ocupan de atentar ni conspirar ni dañar ni siquiera intervenir en la vida pública, o sea como una forma de desinteresar a la población de los problemas políticos nacionales para que la pequeña élite misteriosa que dirige en secreto a este país pueda realizar su labor sin conflictos ni interferencias. Ejemplo: las elecciones presidenciales del 2004 en Estados Unidos, y casi todas las anteriores, en que ni siquiera votó la mitad del electorado.

Parte esencial de esta conspiración son los múltiples programas asquerosos de la “television basura” –trash TV--; la lucha libre, repleta de fingido salvajismo y obscenidades reales; la pornografía, incluyendo la de padres teniendo relaciones sexuales con sus hijos y madres con sus hijas, que se divulga hasta por la Internet, a la que pueden tener acceso muchos niños; las películas ultra-violentas que salen de Hollywood; el fanatismo excesivo en los deportes; la educación mediocre en todos los niveles; la música epiléptica y estruendosa … y muchas cosas más. Detrás de todo esto, está la élite misteriosa que gobierna en secreto a este país, y su instrumento, la CIA, y ahora el Homeland Security Department, síntesis de las SS y la Gestapo de la era nazista en Alemania. En todo esto, el hombre clave, desde 1956, ha sido G.H.W. Bush.

LA MADRE

Mientras su esposo era Vicepresidente y Presidente, Bárbara Bush, fue, durante varios años, CEO –Chief Executive Officer o Jefe Ejecutivo-- de Unicor, una compañía privada que se dedica a explotar el trabajo esclavo de los presos federales, que son más de 150 mil en todo el país; y es posible que aún lo siga siendo a través de su actual jefe ejecutivo Kenneth Rocks. Es decir, la nuera imita al suegro, pero no esclavizando a los presos de los nazis, sino a su propio pueblo, porque no es cuestión de ideología ni guerra, sino dinero. Los presos ganan de 35 centavos a $1.15 la hora, o sea mucho menos del salario mínimo --$6.15 la hora--, y crean productos que se venden a precios de mercado.

Unicor es una de las diversas compañías que tienen el monopolio de esta infamia. Algunas de ellas explotan, también, el trabajo esclavo de los presos estatales, que son más de un millón y medio en todo el país.

Quizás esta anciana señora no tenga una culpa directa en algo tan infame como la explotación del trabajo esclavo. Se sabe que el dueño real de Unicor ha sido su esposo y que ella es sólo una fachada, un front. En su juventud, cuando conoció al que después iba a ser su esposo, esta señora era maestra, lo cual prueba en ella cierta sensibilidad. Si hubiera seguido siendo maestra no se hubiera involucrado en algo tan vil ... pero se casó.

¿Se imagina el lector que, por ejemplo, Zapatero de España, Cristina Kirchner de Argentina, Calderón de México, Lula da Silva de Brasil, Chávez de Venezuela, García de Perú u otros jefes de Estado fuesen, asimismo, dueños de una de las compañías que explotan el trabajo esclavo de los prisioneros de sus respectivos países? ¡El escándalo sería gigantesco, tendrían que renunciar a sus cargos y huir de sus países! Bueno, pues eso mismo sucedió aquí en Estados Unidos ... ¡y no pasó nada!

LOS HERMANOS

Neil y Jeb le robaron al pueblo estadounidense cientos de millones de dólares, hace 25 años, cuando el Viejo era Vicepresidente, en el escándalo de los “Savings and Loans Associations”. Se ha dicho que éste es “el robo más grande de la historia de Estados Unidos”, pues le ha costado a sus contribuyentes –taxpayers--, hasta ahora, 1.4 trillones de dólares --o billones, en la medida española--, pues el gobierno federal tuvo que cubrir todas las pérdidas de los millones de ciudadanos que invirtieron en esas instituciones financieras. Teniendo en cuenta el dinero que se robaron y el que ha tenido que pagar el Estado, o sea el pueblo, Neil, Jeb y sus socios son los más grandes ladrones de la historia.

UN IGNORANTE EN LA CASA BLANCA

¿Cuál es la historia de este otro Bush que hoy es presidente? Nada diré de su niñez privilegiada ni de su adolescencia inútil ni de su juventud cobarde, --se negó a ir a una guerra de la que su padre era uno de sus jefes--, ni de que no realizó estudios serios ni de que nunca tuvo un empleo fijo ni de que usó drogas ni abusó del alcohol. No. Nada diré de nada de eso.

Cuando ya tenía más de cuarenta años y era gobernador de Texas --Tejas: territorio mejicano ocupado ilegalmente por el Imperio desde 1845-- se ejecutó en ese Estado más personas que en ningún otro del país en toda su historia y que en ningún otro país del mundo en la misma época, en su mayoría de origen latino o africano. Jamás el Gobernador concedió una sola conmutación de pena, por lo que hay que deducir que su aficción por la sangre no surgió en la Casa Blanca. Veamos una síntesis de sus crímenes:

La antidemocracia: George W. Bush fue “electo” en noviembre del 2000 por un evidente fraude electoral y por la flagrante violación de las leyes electorales de Florida y de la Constitución de Estados Unidos. Para que esto pueda ser entendido por quienes no conocen el sistema electoral de este país, es preciso explicarlo en forma simple.

El Colegio Electoral elige al Presidente sin que cuente para ello, directamente, la voluntad mayoritaria del pueblo. Voto popular es el que emite cada ciudadano con derecho al voto; votoelectoral es el que representa a cada Estado, no a cada persona, y en su conjunto forma el Colegio Electoral.

De acuerdo a este antidemocrático sistema electoral, un candidato puede ser electo por la minoría del pueblo ya que quien tenga mayor número de votos populares en un Estado se lleva todos los votos electorales de ese Estado. Por ejemplo: el candidato presidencial #1, llamémosle John, saca en California, digamos 6.500,000 votos y el candidato presidencial #2, llamémosle Peter, saca 6.495,000 votos populares. Aparte de que en este caso se ve, como siempre, la baja concurrencia a las urnas, pues no llega ni al 45%, la diferencia popular entre John y Peter es mínima, sólo de cinco mil votos; pero los 55 votos electorales de California van íntegramente a John y ni uno solo a Peter. En la misma elección, John saca, por ejemplo, en Dakota del Sur, 20,000 votos, pero Peter obtiene 180,000, o sea 160,000 más que John. Este triunfo sólo le da a Peter 3 votos electorales. O sea que, sumando conjuntamente el voto popular y el electoral, Peter tiene 155,000 votos populares más que John; pero éste tiene 52 votos electorales más que aquél. Si esta diferencia entre el voto popular y el electoral se mantiene proporcional en el resto del país, John sería electo Presidente porque ha ganado el colegio electoral, a pesar de que el perdedor Peter tendría varios millones de votos populares más que el ganador John.

John Quincy Adams, Rutherford B. Hayes, Benjamin Harrison y George W. Bush fueron electos presidentes, a pesar de que la mayoría del pueblo estadounidense votó por el candidato que perdió la elección.

Si eso es democracia, entonces Clístenes era vendedor de aceitunas en el Pireo y Rousseau, coime de billar en Ginebra.

La elección presidencial de noviembre del 2000 estaba muy reñida en todo el país en cuanto a votos electorales, a pesar de que Al Gore tenía medio millón de votos populares más que Bush. Estaban casi empatados en cuanto a votos electorales en todo el país y la elección en Florida aún no se había decidido, pues la diferencia era de unos pocos cientos de votos populares. Quien ganara Florida llegaba a los 270 votos electorales y era elegido Presidente. De acuerdo al código electoral de Florida, si la diferencia en votos populares entre los dos candidatos es menor al 1%, hay que ir a un recuento general de votos en todo el Estado o a una nueva elección, a no ser que el candidato que sacara menos votos en esa diferencia mínima aceptara su derrota antes del recuento. Al día siguiente de la elección, se informó que Bush tenía unos 400 ó 500 votos más que Gore, o sea apenas un 0.01% de la votación total o la décima parte del 1% requerido para un conteo general en el Estado o una nueva elección ... pero no se hizo ni lo uno ni lo otro.

Katherine Harris, Secretaria de Estado de la Florida, y dirigente de la campaña estatal para elegir a Bush, nombrada para ambos cargos por el gobernador Jeb Bush, hermano menor de George, certificó que en la votación del Estado, Bush había obtenido 539 votos más que Gore y, en una decisión posterior, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, cuya mayoría eran miembros del propio partido de Bush, decidió que la certificación de Harris era correcta y tenía que ser aceptada. Con lo cual Bush ganaba la elección que, de acuerdo a la voluntad “soberana” del pueblo, había perdido.

Otros hechos aun más ilegales y vergonzosos salieron a relucir unos días después. En los vecinos condados Broward, cuyo centro es Fort Lauderdale, y Miami-Dade, cuyo centro es Miami, que cuentan con la mayor población del Estado, miles de votos fueron anulados, sobre todo de votantes afroestadounidenses. Varios de los funcionarios de estos centros de votación eran estadounidenses de origen cubano, defensores fanáticos de todo lo que sea reacción, o sea del Partido Republicano de Bush. Se cree que más de veinte mil votos de afroestadounidenses, en especial en esos dos condados, fueron anulados sin motivo alguno, y que en más de un 90% eran votos de Gore. Una chusma de origen cubano, pagada por la mafia ultraderechista de Miami, amenazó a varios miembros de algunos centros de votación en que se estaba llevando a cabo un recuento provisional de votos. La policía no intervino, a pesar del evidente crimen, y el conteo fue suspendido.

En toda democracia moderna, sea capitalista, comunista, monárquica-constitucional, socialista, socialdemócrata, popular o de cualquier otro matiz o mezcla de matices, el primer poder del Estado es el legislativo, no el ejecutivo ni el judicial. En el 2000, se desconoció este principio, clásico de toda democracia, y se le dio a la Corte Suprema de Justicia el poder que sólo pertenece al Congreso, con lo cual se violó la Constitución del país, por primera vez, en este sentido, en la historia de Estados Unidos.

George W. Bush fue, en efecto, al menos en su primer período, un Presidente inconstitucional, un golpista. No todos los golpes son como los de Batista, Pérez Jiménez, Rojas Pinillas ni Pinochet; aunque, a veces, el uso brutal de la ley es tan bestial como la brutalidad de la fuerza.

¿Por qué Al Gore aceptó un fraude tan evidente? Varios analistas sugirieron, entonces, que fue amenazado de muerte por agentes secretos del Complejo-Militar-Industrial-Terrorista, que constituye el poder real en este país, que necesitaban que Bush fuera presidente para que no se malograra el 11 de Septiembre y sus cuatro retoños, la guerra de Afganistán, la guerra de Iraq, el bombardeo a Pakistán y el Acta Patriótica –Patriot Act—que ha tratado de convertir al país en una dictadura.

El 11 de Septiembre: hay muchas evidencias que señalan la culpabilidad directa Bush, Cheney, Rumsfeld y otros criminales en aquel gran atentado terrorista, pero ya éste es un un tema que requiere un estudio mucho más amplio. Véase mi artículo “¿Quién fue el culpable del 11 de Septiembre” que aparece en el archivo de Kaos, bajo mi nombre, con fecha 26 de junio del 2008.

La guerra de Afganistán: si esas evidencias no eran reales y, efectivamente, Osama bin Laden era un enemigo del Imperio que preparó los atentados del 11 de Septiembre, entonces estaba justificado que el Imperio tratara de apresarlo en Afganistán, pero no a que asesinara a cientos de miles de civiles inocentes con los bombardeos indiscriminados a los que sometió al pueblo afgano, en los que murieron familias en sus hogares, niños y jóvenes en sus escuelas, enfermos en sus hospitales, ancianos en sus asilos, obreros en sus talleres, campesinos en sus siembras. Más de medio millón de seres humanos han muerto en Afganistán en estos seis años y medio de guerra continua y el único éxito que ha logrado el imperio en ese país es convertirlo, otra vez, en el primer productor mundial de amapola, con el 90% de la producción mundial. ¿Estará el Viejo Bush, ya casi con noventa años, detrás de este renovado y multimillonario negocio de heroína? ¿Se seguirá reuniendo, en secreto, con los grandes señores que controlan la producción de amapola en las tierras afganas, como lo hacía con los libaneses en Beirut, los tailandeses en Chiang Mai, los bolivianos en Santa Cruz y los colombianos en Antioquia? Dudo que este anciano esté reviviendo sus mocedades, cuando, como superagente y después director de la CIA, era el capo di tutti capi del hashish, la heroína, la marihuana y la cocaína en el mundo. Sus discípulos de la CIA deben estar ocupándose ahora de esos negocios.

La guerra de Iraq: cuando Osama estaba rodeado en las montañas del sur de Afganistán, en marzo del 2,003, Bush decidió invadir a Iraq usando, en gran parte, a los soldados que estaban asediándolo. Hasta un niño de tres años exclamaría: “¡Qué raro!”.

¿Tenía Iraq armas de destrucción masiva –Weapons of Mass Destruction, WMD— como dijo Bush para justificar la invasión? Ha pasado cinco años del inicio de la guerra y no se ha encontrado ni el menor indicio de las armas de las que Estados Unidos es el principal arsenal del mundo, pues tiene más de ellas que el resto del mundo junto.

Esta es la más injustificada e inmoral de todas las guerras de la era moderna. Se cree que por sus acciones directas y consecuencias indirectas, ha muerto de medio millón a un millón de iraquíes, y más de cuatro mil soldados del imperio.

Iraq, la milenaria Mesopotamia, cuna de la civilización, o sea de la Revolución Agrícola, y miles de años después, tierra gloriosa en la que surgieron las ciencias, las artes y las letras –casi nada--, está envuelta en otra enorme tragedia, la guerra civil, pero no entre los que apoyaban a Hussein y los que se le oponían, sino entre las dos grandes facciones musulmanas del país, Chiíta y Sunita, y aun entre Chiítas y Chiitas y Sunitas y Sunitas, y todos contra la invasión imperialista que es la causa primaria de lo que está sucediendo hoy en el país, desde la catástrofe humana y los grandes bombardeos hasta los combatientes que se convierten en bombas y se inmolan y matan a diestra y siniestra, protestando con más cólera que locura por la violación y el martirio de su patria.

Abú Ghraib: el mundo entero recuerda, con espanto, las fotos de Abú Ghraib, en las que unos soldados del imperio invasor someten a varios prisioneros iraquíes, en esa cárcel cercana a Bagdad, en su propia patria, a las más hirientes y degradantes torturas que recuerda la memoria humana, y, después, contemplan, sonrientes, alborozados, a los que les han arrancado los ojos y los órganos genitales, y han sido mordidos por perros feroces y se apilan desnudos unos sobre otros y son obligados a tener relaciones sexuales y son suspendidos por largas horas con los brazos en alto y la cara cubierta por una capucha y han sido golpeados con gruesos bastones y han dejado en el piso pequeños lagos de sangre y materia.

Un editorial de The New York Times, el periódico más prestigioso de Estados Unidos, publicado este 20 de abril (del 2,008) y titulado “The torture sessions” –“Las sesiones de tortura”--, dice, entre otras cosas: “Con el conocimiento y el apoyo del presidente Bush, algunos de los más altos funcionarios del país no sólo aprobaron el abuso de los prisioneros, sino que participaron en el plan detallado de los crueles interrogatorios y ayudaron a que se creara la estructura legal para proteger de la justicia a los que recibían las ordenes”. Además: “Hemos leído los memorandums del Secretario de Justicia definiendo la tortura y aduciendo que, en este sentido, Bush no tenía que cumplir la ley”.

¿Conocía Bush lo que estaba sucediendo en Abú Ghraib? El editorial del Times no lo aclara, pero, conociendo los otros crímenes cometidos por él y su familia, es fácil suponer que lo sabía. Tampoco menciona el editorial las torturas a que eran sometidos los prisioneros en Guantánamo. Hace algún tiempo, un prisionero de esta base naval que el imperio mantiene a la fuerza, violando el tratado de arrendamiento que vencía en el 2001 y burlándose de la protesta de todo el pueblo cubano, se fue arrancando el cabello y dándose golpes en la cabeza durante toda una noche. Lo encontraron muerto por la mañana en su celda. En el piso estaba todo su cabello.

Las torturas de Abú Ghraib fueron conocidas por las fotos publicadas, pero ... ¿cuántas torturas aun peores no habrán hecho los soldados del Imperio de las que no hay constancia, en cárceles de las que ni siquiera se sabe que existen? ¡Prisiones secretas no tuvieron Assurbanípal ni Atila ni Gengis Khan ni Tamerlán ni Torquemada ni Robespierre ni Hitler ni Trujillo ni Pinochet ni Fujimori! En este sentido ... George W. Bush ha roto todos las marcas.

Algunos de los soldados que participaron en aquello, y los oficiales que lo permitieron, fueron llevados a juicio militar. Unos fueron declarados inocentes, otros recibieron leves sentencias, como la de la joven soldado que, en una de las fotos, mira sonriente a la cámara junto a un hombre sin ojos y a un hombre sin falo, levantando el pulgar de una mano en señal de triunfo. Casi todos ya están en libertad. ¿Acaso Nixon no indultó al teniente Calley, el monstruo de My Lai? Un gobierno de honor los hubiera fusilado a todos.

El pueblo: mientras el Imperio gasta y debe gastar más de un trillón de dólares en esas guerras, el pueblo de Estados Unidos paga las consecuencias. Jamás desde la Gran Depresión que comenzó con el crash bancario de 1929, un gobierno ha sido más enemigo del pueblo, ni más hostil al trabajador, ni más amigo del que explota el trabajo. Se han eliminado programas sociales que existían desde la época de Franklyn Delano Roosevelt que han afectado la salud, la educación, la familia, las artes, las investigaciones científicas, el cuidado de los niños, y se están gastando los fondos del Seguro Social, con lo que se pone en peligro el retiro de los que hoy aún trabajan y de los que ya lo disfrutan después de haber trabajado toda una vida. Los salarios se han mantenido fijos por muchos años, pero los precios de todo se han duplicado y triplicado –comida, medicina, alquiler, ropa, gasolina, seguros obligatorios, transporte, diversiones, etc--, por lo que, en rigor, el salario es la mitad o la tercera parte de lo que era hace unos años. Cientos de miles de personas han perdido sus casas, que financiaban con el banco, y otros tantos las viviendas que alquilaban, por lo que la población desamparada –homeless— ha llegado a límites históricos (Nota: un diario de Miami publicó ayer, 15 de julio del 2,010, en cintillo desplegado de primera, “Un millón de casas serán reposeídas”) El delito, violento o no, ha aumentado en forma alarmante. Los jueces, fiscales y abogados defensores no dan abasto. Las cárceles están repletas. La inseguridad en las calles es la peor desde la era de Al Capone. Graves secuestros y asaltos bestiales suceden ahora todos los días. La policía de varias ciudades ha amenazado con irse a la huelga porque sus miembros están trabajando muchas horas, de día y de noche, y tienen que hacerlo con sueño ... con el sueño “americano”.

La economía:John Stiglitz, Premio Nóbel de Economía y ex-presidente del Banco Mundial, acaba de declarar en la telemisora CNBC: “Estados Unidos se acerca a la peor crisis económica desde los años 30”.

lunes, 14 de junio de 2010

El nacedor


¿Por qué será que el Che
tiene esta peligrosa
costumbre de seguir naciendo?
Cuánto más lo insultan, lo manipulan,
lo traicionan,
Más nace.

El es el más nacedor de todos
¿No será porque el Che decía lo que
pensaba y hacía lo que decía?
¿No será que por eso sigue siendo tan
extraordinario, en un mundo donde
las palabras y los hechos muy rara vez
se encuentran, no se saludan,
porque no se reconocen?

Eduardo Galeano

sábado, 12 de junio de 2010

Regresaremos a San Juan Copala sin partidos políticos

1. VENCIENDO EL MIEDO

Una niña estaba muriendo de una enfermedad de la que su hermano, de dieciocho años, había logrado recuperarse tiempo atrás. El médico dijo al muchacho: “Sólo una transfusión de tu sangre puede salvar la vida de tu hermana. ¿Estás dispuesto a dársela?”. Los ojos del muchacho reflejaron verdadero pavor. Dudó por unos instantes, y finalmente dijo: “De acuerdo, doctor, lo haré”. Una hora después de realizada la transfusión, el muchacho preguntó indeciso: “Dígame, doctor, ¿cuándo voy a morir?”. Sólo entonces comprendió el doctor el momentáneo pavor que había detectado en los ojos del muchacho: creía que, al dar su sangre, iba también a dar la vida por su hermana. -Cfr. La “Oración de la rana”, Anthony de MELLO. Ed. Sal Terrae. Espana.

Así como en este sencillo y hermoso cuento, veníamos a ofrecer la vida si era necesario. La mayoría de los compañeros de la segunda Caravana Humanitaria a San Juan Copala, Oaxaca, traíamos esa disposición, a fin de romper el cerco de los paramilitares y auxiliar a la población con comida y medicinas, pues llevan alrededor de 6 meses sin poder entrar ni salir de la comunidad, con los alimentos agotados en una situación verdaderamente dramática. Treinta toneladas se juntaron en pocos días, y más de 300 participantes formamos una caravana con más de 30 vehículos extendidos a lo largo de un kilómetro aproximadamente: eran 7 autobuses completamente llenos, un trailer y un camión torton, una unidad médica móvil, y más de veinte vehículos vigilados por la policía a todas horas, desde los cerros y desde todos los ángulos, como si fuéramos los más peligrosos delincuentes. Yo venía en el camión número 4, junto a la ventanilla del último asiento, como los estudiantes rebeldes que en la escuela siempre nos sentamos mero atrás.

2. LA POLICÍA PROTEGE A SUS PARAMILITARES

Era el martes 8 de junio de este bicentenario. Partimos todos juntos de Huajuapan de León, y antes de llegar a Juxtlahuaca, comenzaron los continuos bloqueos por parte de la policía, incrementando las intimidaciones a fin de disuadir a los caravaneros en su propósito. No lo lograban. En ese primer bloqueo policíaco (de cuatro), nos dijeron que sólo podíamos seguir caminado, lo que significaba un recorrido de siete horas. Posteriormente, valientes compañeros cruzaron caminando, obligando a que se dejara pasar a toda la caravana de vehículos. Ya nos habíamos bajado todos para emprender esa caminata, y me quité un personificador que decía “prensa popular, el volador”, y la camiseta que por atrás decía “la Otra Campana”, pues pensaba entre mi: no me van a agarrar de tiro al blanco. La Subprocuradora de Justicia del Estado, María de la Cruz Chiñas, quien adelante acompañaba a la caravana, informó a los coordinadores que no podían garantizarnos nada, que la única seguridad posible era la que podían brindarnos ¡los paramilitares de la ubisort! (Unión para el Bienestar Social de la Región Triqui), que los dejáramos integrarse, lo cual fue rechazado y la caravana continuó. Las patrullas al frente, aminoraron el paso, de manera que avanzábamos con extrema lentitud… acaso necesitaban tiempo para pensar cómo detenernos. Hasta que próximos a San Juan Copala, nos detuvimos nuevamente. ¿Y ahora qué?,nos preguntamos todos, y seguimos esperando a ver a qué horas avanzábamos.
De repente empezaron a rebasarnos camionetas llenas de niños y mujeres triquis envueltas en esos espectaculares vestidos rojos que les caracterizan. Quién sabe qué sucede. Al rato la policía pasa en sentido contrario… Se están regresando, dice otro companero. Me asomo del otro lado del camión por una de las ventanas que dan a la carretera, y sí, ahí venía otro vehículo en retirada, era la Comisión Estatal de
Derechos Humanos. Y luego otro vehículo, y otro. No quise pensar nada. Pero enseguida pasa uno de los autobuses con caravaneros, y otro más, y se me impuso un pensamiento: ya valió madres. En seguida, vamos a bajarnos a ver qué está pasando, dijeron varios, y así lo hicimos, rompiendo las reglas de la caravana.

3. “REGRESEMOS”, EL TRAGO AMARGO

Sobre el asfalto de la carretera, los coordinadores de la caravana, y también los representantes del municipio autónomo, nos informaron que no podíamos pasar porque más adelante estaba bloqueada la carretera con dichas mujeres y niños, y más allá con grandes piedras -de más de un metro de altura, según las fotos de la prensa que habíamos visto días antes-. Por si fuera poco, los paramilitares del ubisort están armados hasta los dientes, nos decían. Y hay disparos al aire. En efecto, las fotos del día siguiente mostraban ese bloqueo de las mujeres traídas por los paramilitares, protegidos por los policías armados, pero sólo la prensa llegó hasta ahí. Yo había colocado mi mochila entre el cristal de la ventana y la cortina, “por lo menos de una pedrada no me van a matar”, dije entre mi. Pero no nos dejaron llegar hasta ese retén y los coordinadores decidieron que debíamos regresar con los víveres ya que estaban arriesgando la vida de los caravaneros. Así que tuvimos que tomarnos ese trago amargo pues no estábamos de acuerdo, y nos sumamos a la retirada, no obstante que algunas mujeres triquis nos decían que los disparos eran cosa de todos los días, que no debíamos detenernos por eso.

4. EL DELITO DE SER LIBRE

El gobierno estatal priista de Ulises Ruíz lograba de nuevo su cometido de derrotar la movilización ciudadana. Entre los elementos de Seguridad Pública del Estado, algunos triquis del municipio autónomo reconocieron a paramilitares de la UBISORT disfrazados de policías. Por su parte, el gobierno federal panista de Felipe Calderón, sumó a la Policía Federal Preventiva (PFP), a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Agencia Federal de Investigación (AFI), no para proteger la caravana, sino para la protección y apoyo a los paramilitares. Toda la fuerza del estado en contra del pueblo de San Juan Copala, y en contra de la caravana humanitaria. ¿Llevaron ellos asistencia a esos pobladores?, desde luego no. Miles de pesos se invirtieron para toda esa movilización policíaca, pero ni un grano de maíz les fue entregado por parte del gobierno ni de nadie.
De esta forma, una vez más, quedó de manifiesto que en México ser autónomo es mayor delito que ser paramilitar o narcotraficante. Y para que el gobierno garantice tus derechos humanos es menester integrarse a las fuerzas armadas del Estado, o ser entrenado como paramilitar para combatir a tu propio pueblo, armado por la policía y el ejército; así podrás matar a placer y nunca serás castigado sino premiado, como los paramilitares que asesinaron a los 45 desplazados de Acteal, en Chiapas. Seguramente la subprocuradora de “justicia” también recibirá su premio por esta “hazaña” de detener la ayuda humanitaria.

Pero esto es lo que a simple vista cualquiera pudo ver. Analicemos ahora los movimientos de la caravana, donde el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) jugó un papel decisivo en esta derrota de la ciudadanía que se proponía romper el cerco.

5. EL OPORTUNISMO Y EL CHANTAJE DEL PRD

La prensa comercial de la región expuso los acontecimientos con cierta veracidad, pero superficialmente y sin mayor análisis. Con naturalidad informó que el diputado Alejandro Encinas y otros diputados del PRD iban al frente de la caravana tomando decisiones, convirtiendo cada bloqueo en una conferencia de prensa.
De manera oportunista, este personaje convirtió la caravana en un acto proselitista y electorero, sonriendo ante las comunidades que a su paso lanzaban vivas al PRD, y nosotros los zapatistas de la Otra Campana, íbamos ahí, haciéndole el caldo gordo. Si bien ante los medios de comunicación el diputado afirmaba que respetaban las decisiones de las autoridades triquis, los participantes sabemos que el PRD se montó sobre la caravana desde la convocatoria y la organización, hasta la coordinación de la misma y la toma de decisiones, con un marcaje permanente a los representantes del municipio autónomo a través de sus operadores políticos, manejando un discurso hipócrita.
De esta forma presionaron y condicionaron la voluntad de los representantes triquis, induciéndolos a que finalmente desistieran de romper el cerco. Mediante manipulaciones y chantajes les hicieron sentir responsables de cualquier ataque a la caravana y de una posible masacre, cuando sabían que todos íbamos asumiendo esos riesgos.

6. PERRO QUE MUERDE NO LADRA

No podemos creer que las autoridades triquis hayan podido tomar decisiones libremente. Sabíamos y sentíamos que sus decisiones no eran genuinas ni propias, por ello comenzamos a levantarnos de nuestros asientos y protestamos ante los coordinadores generales. No podíamos seguir siendo manipulados de esa forma por los perredistas que actuaban a nombre de la voluntad de los triquis autónomos. Aunque varios compañeros de la Otra Campaña platicamos con los triquis, y éstos accedieron para que al menos llegaramos al punto del bloqueo, enseguida los perredistas se les echaron encima para disuadirlos nuevamente, y nos empezaron a inculpar de que no estábamos respetando los “acuerdos” y la decisión de los triques, cuando ellos en todo momento violaban sus propias reglas y eran los verdaderos manipuladores.
Del mismo modo, disuadieron al resto de la caravana, excepto a la mayoría de la Otra Campana, que no obstante tuvimos que acatar la decisión perredista; no porque estuviéramos de acuerdo, no por respeto a la supuesta palabra de los triquis, sino porque no podíamos seguir solos, necesitábamos la fuerza de la caravana.No podemos forzar la máquina cuando la mayoría ya no quiere, comentaba con razón un compañero de la Otra Obrera. Y no estábamos de acuerdo porque claramente veíamos que teníamos ganada la batalla. Las mujeres y los niños puestos como retén eran una señal de su debilidad. Los paramilitares no podían dispararnos, pues el gobierno estaba atado de manos ante la observación nacional e internacional. No les convenía una masacre en la presente coyuntura electoral, y no podían dispararnos en presencia de la subprocuradora de “justicia”, ni en presencia de tantos medios de comunicación, tanto libres como comerciales, nacionales e internacionales. Todas sus amenazas e intimidaciones eran gritos desesperados de impotencia al ver que la caravana avanzaba. “Perro que muerde no ladra ni avisa”, era la síntesis del análisis, en una situación que difícilmente podría mejorarse a nuestro favor, donde todas las condiciones estaban dadas; pero finalmente los perros del gobierno ladraron tan fuerte, que lograron asustar a los perredistas y éstos decidieron emprender el regreso.

7. EL AUTORITARISMO DEL PRD

No podíamos creer la decisión tomada, y más de uno no habríamos participado en la caravana de haber sabido que al fin se iba a decidir la retirada; no teníamos contemplada la posibilidad de la derrota. Tampoco hubiéramos asistido de saber que los perredistas tomarían ese papel protagónico y oportunista, lo cual era lógico y previsible; de hecho, muchos adherentes a la Otra Campana no participaron debido a la presencia de los perredistas, lo cual fue una decisión acertada pues tuvieron mayor claridad política. Ingenuo era pensar que los perredistas se sumarían de manera anónima y desinteresada a la caravana, o que Alejandro Encinas se hubiera incorporado como uno más en el último de los camiones, y no por aparte al frente de la caravana. Eso sería más increíble que el cinismo con que el gobierno protege a los paramilitares. Sí, fueron los perredistas los que no respetaron la autonomía triqui. La mayoría de los caravaneros llegamos con la disposición de dejarnos guiar por los triquis, pero desde el principio el PRD se montó manejando las cosas como ellos las saben hacer, como les han enseñado en su partido, como les han enseñado sus líderes charros: de manera vertical y autoritaria, sin tomar en cuenta que la caravana era de todos, de los triquis y de todo el pueblo solidario con el objetivo común de romper el cerco. Aunque pagamos nuestros pasajes, ellos consiguieron los camiones y acaso por ello, como buenos capitalistas, se sentían con derecho a tomar las decisiones. Esa era su “revolución democrática”. Una vez más lograron montarse en los movimientos del pueblo para desviarlo de sus propósitos.

8. “USTEDES CÁLLENSE”

En pleno zócalo, antes de emprender la caravana, los perredistas comenzaron por mencionar con altavoz cada uno de los compañeros que estaban participando, así como el camión en el que viajaríamos, sin tomar en cuenta que muchos de los participantes eran luchadores sociales perseguidos por el gobierno por oponerse al capitalismo y al sistema de partidos, a sus políticas públicas; ahora eran exhibidos ante los operadores de Gobernación y temíamos asesinatos selectivos como sucedió en el bloqueo de la reciente ayuda humanitaria a Palestina. Traemos su palabra (del pueblo triqui) -nos dijeron los coordinadores-, ustedes cállense, obedezcan lo que les vamos a decir y nadie se baje del camión. Estaban exigiendo un cheque en blanco para la toma de decisiones, como les gusta a los diputados, sin tomar en cuenta al pueblo. Durante el recorrido, la compañera coordinadora de nuestro camión llevó nuestra palabra ante los perredistas, pero tampoco fue escuchada. El espíritu zapatista de “mandar obedeciendo” estaba muy lejos de ser cumplido. Más aún, nos hicieron firmar una carta “responsiva”, de la que ni siquiera nos dieron copia, donde se deslindaba a las autoridades de cualquier ataque a la caravana, donde los únicos responsables éramos nosotros.
Desde luego, varios firmamos bajo protesta y -a riesgo de que nos bajaran del camión- con nuestro puno y letra añadimos que no estábamos de acuerdo y que hacíamos responsables al gobierno estatal y federal. No se atrevieron a bajarnos.

9. ¿ASÍ PROCEDEN LOS INDÍGENAS?

Por lo que conocemos de las culturas indígenas, no podíamos creer que los compañeros triquis tomaran decisiones sin respetar la opinión de los caravaneros. Nosotros confiamos en ellos porque sabemos de su honestidad, del respeto mutuo y de su espíritu comunitario a la hora de tomar decisiones, donde los caravaneros éramos sus companeros de lucha y juntos íbamos a vencer al enemigo exponiendo nuestras propias vidas, en una relación de iguales donde nadie está por encima del otro… pero las cosas no estaban sucediendo así y de inmediato sospechamos que había mano negra. No podíamos creer que una organización tan autoritaria y cupular pudiera venir de los compañeros triquis. ¿En algún momento se le ocurrió a la dirigencia de la caravana consultar a los participantes sobre las decisiones que se deberían tomar? Nunca. No nos habría llevado más de media hora contabilizar camión por camión, auto por auto, cuál era la determinación de los caravaneros. Pero no lo hicieron porque sabían que la mayoría estaba resuelta a seguir. Así que optaron por decidir en lugar de los demás, violando la carta que nos hicieron firmar, usurpando nuestro libre albedrío, desdeñando nuestra capacidad de análisis, menospreciando las ayudas venidas de varios estados de la república y el ofrecimiento de la vida que ellos no iban dispuestos a arriesgar. En nada nos distinguíamos de los sacos de maíz que llevábamos, éramos bultos sin vida, sin voluntad ni capacidad pensante.

10. MEJOR QUE SE MUERAN DE HAMBRE

Los argumentos que después usaron para justificarse, a saber, que no hubo organización, que faltó la comunicación a los caravaneros para que comprendieran las decisiones tomadas, no son válidos: organizaron las cosas como ellos querían, y comunicaron también lo que ellos quisieron, de acuerdo a su conveniencia. En verdad tomaron a los companeros triquis como rehenes para chantajearnos a todos: ustedes van a ser los responsables de que la UBISORT ataque al municipio autónomo, nos decían, cuando todos sabíamos que la violencia ya estaba instalada en San Juan Copala desde hace muchos años; ésa era la forma de esconder su miedo. No queremos que ustedes mueran, los necesitamos más vivos que muertos, nos decían a nombre de los triquis, cuando lo cierto es que los perredistas no querían arriesgar sus vidas pues viven en las mieles del poder y tienen atractivos planes en su carrera política. Preferimos morir luchando que seguir viviendo de rodillas, lesrespondió más de uno. Sus muertes no van a resolver el problema, nos decían, pero la muerte del pueblo triqui si les resuelve a ellos su problema de la autonomía, de los pueblos dignos y rebeldes. En realidad, los perredistas llegaron hasta donde llegó la caravana cobijados por el arrojo de los demás integrantes, de otra forma jamás habrían emprendido este viaje. Prefirieron que los triquis mueran de hambre antes que arriesgar sus vidas. Más todavía, se demostró que a los perredistas les importa un bledo el pueblo y los indígenas, pues en verdad las autonomías no les agradan, quieren que la única opción del pueblo sea votar por ellos. A eso iban a San Juan Copala, a desbaratar la autonomía, haciéndole el juego a Ulises Ruiz, a Felipe Calderón, a toda la clase política acomodada en el poder, y a los intereses capitalistas que quieren adueñarse de todo el territorio mexicano.

11. LA CARAVANA POR LA PAZ NO ES PACÍFICA

En algunos espacios de la prensa se criticó que la caravana no era por la paz, que sólo venía a confrontar a las comunidades. Y en parte tenían razón, pero no del todo, porque la caravana sí era por la paz, pero no era pacífica pues no venía conciliar intereses inconciliables, venía a confrontar la fuerza del pueblo con la fuerza del estado, pues sabíamos que no basta tener la razón, es también un asunto de fuerza. No iba de manera neutral por el solo hecho de ser humanitaria, naturalmente no, sino que venía tomando partido por los desposeídos, por los explotados, por los oprimidos, enfrentándose a los intereses del poder pues -tenía razón Marx- lo que hay de fondo es una lucha de clases con intereses diametralmente opuestos. Es que el diálogo y el acuerdo son pacíficos, pero si estos no existen o se agotan, entonces entramos inevitablemente en el terreno de la violencia; es la lucha contra el poder. Incluso algunos sectores de la iglesia han entendido esto, pero no ha sido así en San Juan Copala, donde el párroco ha manifestado su intención de mezclar el agua con el aceite sin tomar partido por los oprimidos y sin arriesgar la vida por esos hermanos, como se supone que lo pide el evangelio que presumen vivir. No. Muy lejos está Monseñor Romero, Rutilio Grande, Camilo Torres, Ignacio Ellacuría, y los cientos de sacerdotes que lucharon por nuestra independencia como Hidalgo, Morelos, Matamoros y tantos otros que dejaron su vida en la lucha por la justicia, y cuyas muertes han dado tantos frutos como los están dando las semillas de Bety Carino y Jyri Jaakkola. Todos ellos han sido mártires sin pretenderlo y sus muertes no fueron en vano.

12. LA PARTICIPACIÓN DIGNA Y REBELDE DE LA OTRA CAMPANA

Por su parte, todos los compañeros de la Otra Campana jugaron un papel digno y rebelde en esta caravana, desde los que decidieron no acudir por la presencia del PRD, o los que enviaron algún apoyo solidario, hasta quienes denunciaron constantemente la intromisión perredista en las decisiones del pueblo triqui; y los que iban dispuestos a arriesgar su vida, que éramos prácticamente todos.
De suyo, más de uno dejó una carta de despedida a sus hijos sabiendo que podía perder la vida. Y hasta los choferes, que sólo venían haciedno su trabajo para la supervivencia cotidiana, que no traían la fuerza y el arrojo de la convicción, siendo los más vulnerables se mantuvieron firmes (en una próxima caravana no deben manejar ellos). Por nuestra parte, como Red Unidos por los
Derechos Humanos (RUDH), y como Otra Huasteca-Totonacapan, entregamos en el zócalo media tonelada de ayuda humanitaria, y no acopiamos más porque no tuvimos ni el tiempo ni el dinero para hacerla llegar. Fue apenas una ayuda simbólica, pero hicimos lo que nos han enseñado nuestros compañeros zapatistas: a cumplir nuestra palabra. Así que sí fuimos a San Juan Copala, e hicimos nuestra su lucha más allá de la solidaridad… ése fue el encargo que nos hicieron los compañeros de la Otra Hidalgo, porque la solidaridad no basta. Y los compañeros solidarios de otros países, que no los podemos considerar extranjeros como bien dijo otro compañero en la marcha y mitin final de Huajuapan ese mismo día en la noche, mostraron mayor claridad política que muchos mexicanos participantes en la caravana. ¡Ni PRI, ni PAN, ni PRD, la Otra Campana contra el poder!, ¡Copala, aguanta, el pueblo se levanta!, gritábamos a coro junto con ellos frecuentemente, y Alejandro Encinas tuvo que callarse lo antes posible en sus conferencias de prensa. Y he aquí otro detalle, pues estas conferencias fueron anunciadas a los caravaneros como supuestas asambleas para la toma de decisiones, pero fuimos usados para ayudarle a lucirse ante los medios. ¡Qué diplomacia de hombre!, ¡qué prudencia, qué sabiduría!... ¡Qué sinverguenza! Si no les dijimos todo lo que se merecían a los perredistas fue por no lastimar a los compañeros triquis que fueron tomados como sus rehenes en este fuego cruzado de discusiones por la defensa de la autonomía.

13. ¿EL FUTURO CANCELADO?

De todo esto podemos concluir que al pueblo se le cierran todas las salidas posibles para su sobrevivencia, con las leyes en la mano o a contrapelo de las mismas.
Desde hace muchos años las vías pacíficas para cambiar este sistema han quedado canceladas, y de cuando en cuando esto se hace evidente y no lo pueden ocultar, como aconteció con esta caravana. ¿A qué están orillando al pueblo? Si el pueblo se arma y se hace justicia por propia mano para ejercer sus derechos, es porque no le han dejado otra salida. Si una caravana, que de suyo es violenta, pero que es lo menos violento que puede haber, no es permitida, ¿entonces que está permitido? ¿Hasta qué grado tiene que llegar la violencia? Si nuestros gobiernos resuelven aniquilar comunidades enteras como en San Juan Copala, ¿hasta cuándo lo vamos a permitir? Si los mexicanos no podemos vencer estos obstáculos, pequeños, comparados con el gran problema de cambiar este sistema diseñado para producir tantas injusticias, ¿entonces qué es lo que podemos? Una vez más la sociedad organizada ha sido derrotada. Si no entendemos que esto es una guerra, que no hay diálogo posible ni acuerdo que pueda ser cumplido, siempre seguiremos sometidos por los capitalistas. Si no entendemos que las razones no bastan, que es también un asunto de fuerza; si no entendemos que la abstención electoral no basta, que hay que organizarse para derrocar este régimen neoliberal y poder construir un mundo nuevo. Si no entendemos que las autonomías no tienen futuro en el capitalismo, que en el capitalismo no hay alternativas, que este sistema no es tierra fértil para la justicia, la democracia, la libertad, donde sólo crecen los espinos que ahogan a la gente, y todo lo que florece es pisoteado como en San Juan Copala. Si no entendemos que estos gobernantes son cobardes y jamás estarán dispuestos a arriesgar su vida por el pueblo, que son inútiles a la patria, que sólo sirven para buscar la manera de robarle al pueblo mediante este estado de derecho que nos han impuesto, vividores de la política y de las luchas sociales. Si no entendemos que no bastan las luchas de resistencia para cambiar las cosas, que no basta la autonomía, que no basta la abstención electoral, que no basta la insurrección, que no basta la lucha por los presos, que no basta una caravana humanitaria, que no basta la solidaridad, que no basta con sobarnos los golpes y lamernos mutuamente las heridas. Si no entendemos que debemos pasar a la ofensiva, entonces la esperanza y el futuro de nuestros hijos, de nuestra patria y de la humanidad entera, han quedado cancelados.

14. VAMOS A CONSPIRAR Y A VENCER

Es por esto, que la lucha por San Juan Copala debe continuar, sin partidos políticos, que son nuestra gran lacra y gran debilidad. Hemos perdido otra batalla, mas no perderemos la guerra si empezamos por vencer nuestro miedo de enfrentar al enemigo. Nos vencieron otra vez, pero vamos a regresar, y regresaremos con toda nuestra fuerza, con la fuerza del pueblo; no nos podemos permitir una derrota más. Convertiremos su victoria en una victoria pírrica: nos ganaron, pero perdieron. Perdieron credibilidad y calidad moral ante los ojos del mundo, si acaso algo de eso tuvieron; perdieron fuerza; perdieron legitimidad; perdieron democracia; perdieron justicia; perdieron gobernabilidad… y todo eso que perdieron ellos, lo ganamos nosotros. Perdimos, pero ganamos, y en esta lucha más de uno no preferiremos seguir viviendo de rodillas sino morir luchando dignamente; de nuestra vida no se van a valer para seguir explotándonos y enriqueciéndose los opresores. Ya brotan las primeras burbujas y estamos a punto del hervor; el gato acorralado se empieza a esponjar y se prepara para el ataque con toda su furia. Vamos a conspirar, compañeros. Que toda nuestra libertad, nuestra memoria, nuestro entendimiento, nuestros sueños, estén inundados por este deseo de liberación. Conspiremos contra los dueños del capital, contra sus administradores y operadores políticos, esos que todo el tiempo están conspirando contra el pueblo para imponernos sus tributos y la sumisión. Revolucionemos nuestra conciencia, atrevámonos a romper los esquemas de pensamiento difundidos por los medios de comunicación que satanizan la ira popular. Arrebatémosles nuestro país, nuestros derechos, acabemos con ellos sin escrúpulos ni falsos remordimientos, no merecen ningún respeto. Ellos son nuestros enemigos.

Éste es, pues, mi reporte a la RUDH como comisionado a la segunda caravana de ayuda humanitaria para el pueblo autónomo de los triquis. No es a nombre de la Otra Huasteca-Totonacapan, ni mucho menos a nombre de toda la Otra Campana; son apreciaciones a título personal que pueden ser cotejadas y complementadas con otros testimonios y puntos de vista, a fin de obtener una mejor y más completa apreciación. (Pongo mi nombre porque luego dicen que uno no da la cara).



Juan Castro Soto

Red Unidos por los Derechos Humanos

11 de junio de 2010, desde la Otra Huasteca-Totonacapan, México



¡VIVA LA AUTONOMÍA DE LOS PUEBLOS TRIQUIS!

¡VIVA LA OTRA CAMPANA!

¡LIBERTAD, DEMOCRACIA, JUSTICIA!

viernes, 21 de mayo de 2010

Cuando pase el temblor - Soda Stereo


Ruben Jaramillo


Rubén Jaramillo nació en Tlaquiltenango, Morelos, en el año de 1900, desde muy joven, a la edad de 14 años, se unió al Ejército Zapatista. A la muerte de Zapata se originó una desorganización y saqueo por parte de los soldados en las tierras morelenses, por lo que Rubén Jaramillo juntó a sus hombres y les dijo: "Ante los problemas que se nos presenten no debemos doblegarnos, sino tratar de enfrentarlo no con armas sino con razones." Fue en ese momento cuando iniciaron las batallas por mejorar las condiciones de vida de los Morelenses.